INGLATERRA.- Gareth Bale fue cedido por el Real Madrid a inicios de temporada al Tottenham, su ex-equipo. Está cesión incluía una opción de compra, sin embargo, la irregularidad que ha mostrado a lo largo de la campaña, sumado a la actitud del jugador, harían que el club londinense declinara su compra.
El galés llegó a los ‘Spurs’ en busca de minutos para llegar a tono a las competiciones con su selección, esto debido a que en el Real Madrid no gozaba de confianza y minutos suficientes, así lo afirmó el mismo jugador.
“El plan original era solo hacer una temporada en los ‘Spurs’, y luego, después de la Eurocopa, todavía me quedaba un año en el Real Madrid. Mi plan es volver y eso es lo que tengo en mente, para ser honesto”, explicó Bale.
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Y agregó. “La razón principal por la que vine a los Spurs este año fue que, obviamente, quería jugar al fútbol en primer lugar, pero estando en puertas de la Eurocopa, quería ir a ese torneo en perfecto estado de forma”.
Estas declaraciones de Bale no son bien recibidas en la casa merengue, pues el salario del galés es de 30 millones de euros brutos, por lo tanto, el Madrid deberá desembolsar 60 millones de euros (30 más por pago de impuestos a hacienda) para mantener a un jugador que no entra en los planes del equipo y que cuyo contrato vence en 2022.
Cabe mencionar que, para esta temporada el Real Madrid sólo se hace cargo de la mitad del sueldo del jugador y el Tottenham paga la otra mitad, pues así se estipulo en la contrato de cesión.
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