ITALIA. – El ‘Derby della Madonnina’ terminó con un empate que no contenta a nadie en Milán. El empate del Napoli era la oportunidad perfecta para que el AC Milan se colocara como líder en solitario, y para el Inter si quería meterse de lleno en la pelea por la liga. Sin embargo, el reparto de puntos deja al equipo de Pioli como colíder y a los de Inzaghi como terceros.
Desde el pitido inicial se impuso el ímpetu y no la estrategia. Ambos conjuntos fueron a atacar a destajo. El centro del campo se convertía en un lugar de transición más que de posición.
Brahim, que cumplía 50 encuentros como rossonero, juntaba a su equipo a través de sus conducciones y activó al equipo durante en la primera mitad. De hecho, los de Pioli llevaron la batuta presionando y queriendo más el balón, dejando espacios atrás que el Inter quería aprovechar.
Ley del ex
Los nerazzurri dejaban que el AC Milan propusiera y ellos salían a la contra, sobre todo a través de Barella y Darmian en el sector derecho. Desde ese lado llegó el primer gol. Kessié cometió un error y derribó a Darmian, quien había saltado a la presión y penalti para el Inter. Çalhanoglu no dudó y marcó a su ex equipo. La ‘ley del ex’ se cumplió como casi siempre.
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El turco se convirtió en el cuarto jugador en marcar a su ex equipo en el ‘Derby della Madonnina’ Crespo en 2006, Ronaldo en 2007, Ibrahimovic en 2010 y ahora Hakan Çalhanoglu.
Pocos minutos después, de Vrij en el minuto 18 se marcaba en propia y hacía gritar a la otra parte de Milán. Un cabezazo en propia puerta igualó el marcador y el encuentro se tornó aún más emocional, con ocasiones para ambos equipos.
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En el 27′ el ‘derby’ volvía a pintarse de azul y negro por otro penalti. Esta vez no fue Çalhanoglu sino Lautaro Martínez… y falló. El portero Ciprian Tatarusanu le negaba el segundo gol al rival. El argentino lleva siete partidos sin marcar.
Ya en la segunda parte, el equipo que tuvo la iniciativa y estuvo más cerca de marcar fue el Inter de Milán. Stefano Pioli retiró a Brahim Díaz, que se fue diluyendo poco a poco, y su equipo comenzó a ceder el balón a los nerazzurri, que tenían más necesidad por la clasificación. El ‘Diavolo’ aguantó y todo terminó 1-1.
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