REDACCIÓN.- El delantero del Olimpia, Michaell Chirinos, contó cómo fueron sus inicios en el Olimpia, su llegada a Lobos Buap de la Liga MX y las diferencias salariales entre ambas ligas.
La clave del éxito de Chirinos se resume en la disciplina, a pesar de que su entorno acostumbró a tener vicios. El albo se mantuvo alejado de lo que lo pudiera desenfocar en su carrera como futbolista.
“Nunca he tomado, fumado, ni me he drogado. Es difícil la situación, en los barrios siempre hay ese tipo de detalles, yo tenía amigos que murieron por eso lastimosamente, pero uno debe tomar un camino para bien o para mal”, dijo en el programa Los Aleros TV.
Su contrato con reservas en Olimpia
En la entrevista, el oriundo de Tegucigalpa habló sobre su contrato con Olimpia estando en reservas.
Ganaba 1,200 lempiras mensuales de los cuales solo le pagaban cinco meses y confesó que con ese dinero “les ayudaba a mis padres para pagar la luz y comida”.
Su renovación con los albos
A medida fue incrementando su nivel y pudo ser parte del primer equipo, Olimpia le renovó su contrato.
“Tenía tres años de contrato y al segundo me lo volvieron a renovar” recordó. Y al mismo tiempo se vio en la obligación de solicitarle un auto a Osman Madrid debido a que le tocaba agarrar bus a las 6:00 de la mañana en el centro y este le cumplió su petición brindándole un Honda Civic 2009 “que no era nuevo, pero si bueno”, reveló.
Su paso por Lobos Buap
Michaell Chirinos relató sobre su llegada a Lobos Buap de la Liga MX y explicó las diferencias salariales entre la liga nacional y la mexicana.
Sus buenas temporadas en Olimpia obligaron a Francisco “Paco” Palencia entrenador de Lobos Buap de la primera división de México, a fijarse en el futbolista catracho.
“Recuerdo que iba viajando para Chicago y recibí una llamada de mi representante Pablo Hernández, él me dijo que alguien me quería saludar y yo estaba en el baño y me pasó a Paco Palencia”, relató
Michaell Chirinos reveló que hay jugadores que ganan hasta 10,000 dólares solamente como premio por hacer un gol.
“Yo metí seis goles en todo el tiempo que estuve y se cobraba por partido, no por gol, y el premio era de mil dólares por juego ganado”, reveló.
Las peticiones que le cumplieron en México
En su momento el futbolista recordó que pidió al club un apartamento y luego tuvo que comprar un carro que después vendió. La marca del auto era un Audi Q3.
El Chirinos también reveló que con su gran nivel en la Liga MX con los Lobos le permitió abrirse las puertas para otras entradas que le beneficiaron en su periodo de tres años estando en el país azteca, entre estas, su contrato con Nike.
“Gané un contrato de tres años con la marca Nike, donde me daban tacos a morir, ropa en caja, canje, premios y cierta cantidad de dinero para comprar en la tienda”, cerró.
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