REDACCIÓN.- En la realización del sorteo del Mundial de Catar 2022, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, manifestó que el campeonato en el medio oriente, “Será la mejor Copa del Mundo de la historia jamás organizada”.
Sin embargo, detrás de esa aseveración hay un trasfondo oscuro, en la cual miles de trabajadores padecieron de forma abrupta en su colaboración.
Un informe que arrojó el diario británico Daily Mail reveló que los guardias de seguridad soportaron un calor de hasta 50 grados durante los meses de verano, cuando se suponía que el trabajo al aire libre está restringido. Y que en algunos casos, hasta se les negó refugio o agua potable.
Por tal razón, se creo un informe, en la cual expusieron “Piensan que somos máquinas”; donde salpicó a los organizadores de la Copa del Mundo y la FIFA, como ‘directamente vinculados’ a estos abusos contra los derechos humanos.
El dossier de 74 páginas, que entrevistó a 34 empleados de ocho empresas de seguridad privada, acusa al organismo rector del fútbol mundial de no realizar la “diligencia debida” en tres empresas que contrataron.
El trabajo de estas personas, fue proporcionar servicios para proteger sitios como ministerios gubernamentales y estadios de fútbol; así como otras infraestructuras cruciales para la Copa del Mundo. Además, de brindar seguridad para los torneos recientes de la FIFA en Qatar, incluida el Mundial de Clubes 2020 y la Copa Árabe 2021.
Los hallazgos revelaron que la FIFA todavía está usando una de las compañías. Y Amnistía advirtió que “es muy probable que este (abuso) continúe durante el torneo de la Copa del Mundo”, a menos que se tomen “medidas urgentes”.
El Mundial fue el detonante
Despues de conocerse en 2010 que la Copa del Mundo se realizaría en Catar, cerca de dos millones de trabajadores migrantes de Asia y África llegaron al país para trabajar en la ejecución del torneo.
Sin embargo, según los informes de Amnistía, más de 6,500 trabajadores han muerto desde que se concedió a Qatar la Copa del Mundo; donde prevaleció los abusos que sufrieron las personas que se desempeñaron en la seguridad privada.
Y es que la mayoría de los guardias de seguridad trabajan jornadas de 12 horas, sin tiempo libre, durante meses y, a veces, años.
Asimismo, algunos de los entrevistados, cuyas identidades fueron protegidas por Amnistía, dijeron que los obligaron a trabajar 84 horas a la semana; cuando la ley laboral de Qatar impone un máximo de 60 horas.
Los trabajadores fueron multados por cometer errores en el trabajo, no se les pagaron las horas extras a la tarifa legal. Y se los obligó a vivir 10 por habitación en un alojamiento ‘antihigiénico’. Además, muchos sufrieron discriminación salarial por motivos de nacionalidad, raza e idioma.
Ante esta situación, la FIFA en su momento emitió un comunicado en la cual dijo, que “no aceptaría ningún abuso de los trabajadores por parte de las empresas involucradas en la preparación y entrega de la Copa del Mundo”. Y agregó, “Después de las inspecciones durante la Copa Mundial de Clubes y la Copa Árabe, se identificaron los contratistas que no cumplían con los estándares requeridos y los problemas encontrados se abordaron en el lugar”.
Sin embargo, las condiciones inhumanas siguen y no hay rienda alguna para evitar la explotación que viven miles de trabajadores en el país anfitrión del próximo campeonato mundial.
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