EUROPA.- El “maquillaje” para una temporada decepcionante del Atlético de Madrid pasa, sí o sí, por la clasificación para la próxima Champions.
Sin embargo, este objetivo se le ha complicado al Atlético de Madrid tras consumar una derrota más que merecida en San Mamés.
El final de campeonato que se le avecina a los rojiblancos es férreo, porque tiene que recibir al Real Madrid y al Sevilla.
Luego visitar al Elche y a la Real Sociedad, un rival que aspira a quedar también entre los cuatro primeros y contra el que los de Simeone cerrarán la Liga.
Con actuaciones como la de Bilbao, la misión puede parecer hasta imposible para el Atlético de Madrid.
Simeone mueve al Atlético de Madrid, pero no pasa nada
El Atlético de Madrid necesitaba gol en San Mamés y Simeone, sin Joao Félix para lo que resta de campeonato, mezclaba arriba a Griezmann y Luis Suárez, dos futbolistas, al menos por lo demostrado a lo largo de la temporada, con más pasado que presente.
Una sensación que aumentaron en San Mamés contagiados por el decepcionante partido de un espejismo de equipo.
Ni un tiro en toda la primera parte. Griezmann, al menos apareció, aunque fuera en el minuto 45 y con un cabezazo flojo. Pero a los madrileños no se le fueron los puntos por su delantera sin colmillo, se esfumaron por mantener una defensa en ocasiones de chiste.
La fortaleza defensiva, seña de identidad con el Cholo, fue este sábado un recuerdo. Y así, al Atlético de Madrid se le puede hacer muy complicado asegurar la Champions. Betis y Real Sociedad, a la que tendrá que visitar en la última jornada, vienen por detrás a la carrera y hacen peligrar la cuarta plaza.
Athletic sentencia
Menos de un minuto, solo 46 segundos, tardó el Atlético en encajar el primer mazazo en un encuentro con abrumador dominio del Athletic en el primer acto.
El golpe vino con la amarilla para Hermoso, que será baja para el derbi, en una jornada amarga para el central. Un pase de Iñaki Williams tras superar a Giménez en el cuerpeo acabó en la red al desviar Hermoso la pelota.
Un comienzo de pesadilla para Simeone, que también se quedó sin Reinildo por tarjetas para recibir el domingo al Real Madrid.
La realidad fue otra y la reacción se convirtió en una simple quimera por un penalti de Héctor Herrera tan absurdo como innecesario después de que Griezmann lanzara una falta al larguero.
No perdonó el 2-0 Iñaki Williams, que pudo repetir minutos después, aunque su disparo acabó en el larguero.
No hubo ni atismo de gesta de un Atlético de Madrid, sin fútbol, sin ideas y sin alma al que la derrota en San Mamés complica mucho el camino hacia la Champions. El palo de Correa en la prolongación quedó en mera anécdota.
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