Dos amigos, un sueño y el fútbol sala: Esta es la historia de Menkar, el club “más brillante” del futsal hondureño

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TEGUCIGALPA. – El fútbol es una de las pasiones intrínsecas a nivel nacional, pero Honduras se estaba olvidando de una disciplina inspirada en él. Sin embargo, en medio de una pandemia y con muchas dificultades, muchos ‘futboleros’ se han unido para revivirla.

En abril se inició la Liga Nacional de Fútbol Sala de Honduras, y con ella, se fundaron varios equipos, entre ellos: Club Atlético Menkar.

Menkar es el sueño de dos amigos estudiantes que, además de anhelar un proyecto deportivo, querían hacer algo integral que incluyera a personas de su confianza y entorno.

Los fundadores Danny Lagos, estudiante de Educación Física, y Héctor José Ávila, estudiante de Medicina, a la par de sus actividades académicas decidieron dedicarse a la fundación y crecimiento de este equipo. Hoy en día están compitiendo y soñando con expandirse.

Lagos, cofundador y entrenador de Menkar, charló con CRONÓMETRO y relató cómo nació el equipo “más brillante” del fútbol sala de Honduras y las dificultades que han tenido en este inicio.

¿Cómo nace el Club Atlético Menkar?

Este proyecto nace como una idea de dos amigos en un restaurante de comidas rápidas, lo recuerdo muy bien. Entonces surge la idea de tener una academia de fútbol algún día, luego Héctor pensándolo más dijo que sí quería una academia, pero que fuese más integral y orientada hacia las personas.

Unos meses después de esa conversación nos enteramos de que estaban organizando una liga de fútbol sala y nos pusimos en contacto con la liga. Empezamos a trabajar para cumplir los requisitos, no fue fácil, gran parte del 2020 trabajamos para poder crearlo y al final lo logramos.

¿Por qué eligieron el nombre de una estrella?

Elegimos el nombre de esta estrella por lo que significaba para nosotros y no el concepto de la estrella. Ese nombre tiene un vínculo con la institución educativa donde estudiamos muchos de los integrantes del equipo.

Nosotros estudiamos en el Instituto Tecnológico Taular y en el colegio había un club social llamado Menkar y nos pareció que era bueno tener ese vínculo.

Menkar es una de las estrellas más brillantes de la constelación de Cetus y es algo que nosotros queremos, ser algo grande, algo brillante.

¿Cómo conformaron el equipo? ¿Cuál fue el proceso para encontrar a los integrantes?

No fue un proceso ampliamente estructurado. El primer criterio era que fueran personas conocidas los integrantes, desde directiva hasta jugadores. Quisimos darle una oportunidad a esas personas que hemos conocido durante años y que sabíamos que siempre han querido estar ligados a un club.

Ya que el nombre tiene un origen científico, ¿quiénes integran el club son personas de ciencia o se dedican a todo tipo de áreas?

Sí, podría decir que somos personas de ciencia los que integramos el equipo. Todos somos estudiantes, ya sea de la UNAH o de la UPNFM, unos egresados, otros por finalizar y hasta empezando. Estamos llenos de ingenieros eléctricos, ingenieros en sistemas, ingenieros en telecomunicaciones, estudiantes de medicina, biología y educación física; somos un grupo de personas que está en las diferentes áreas de estudio.

¿Con qué dificultades se han encontrado en este inicio de la liga?

Como todo proyecto, la primer dificultad es el problema económico, ese ha sido un reto bastante difícil para nosotros. De momento no contamos con un patrocinio así que los gastos corren por cuentan cada uno de los integrantes del club.

Otro de los problemas son las instalaciones. Nosotros utilizamos una cancha de un parque público porque no contamos con instalaciones propias.

Como somos estudiantes y trabajadores, tenemos otras responsabilidades además del fútbol sala y por eso ha sido difícil sincronizar un entrenamiento para todos.

Estas son dificultades que no las pasamos solo nosotros, sino el resto de equipos de la liga.

Menkar durante uno de sus entrenamientos.
En el deporte lo más importante es el resultado, pero ¿fue siempre lo primordial para ustedes una vez inscritos?

Al final el resultado es lo más importante en el deporte profesional, pero nosotros teníamos la idea de hacer algo integral y no solo enfocarnos en ganar y ganar. Pero al momento de la inscripción el objetivo era llegar a primera división y esperamos lograr el ascenso, trabajaremos para conseguirlo.

¿Crees que tenga futuro el fútbol sala en Honduras? ¿Tienen o tendrán el apoyo suficiente?

El fútbol sala en Honduras tiene un gran futuro, un futuro muy valioso. De momento no tiene el apoyo suficiente y es comprensible. El fútbol sala solo existía a nivel universitario con la UNAH, UPNFM, UNITEC, que son los principales representantes a nivel nacional.

Hoy, con el nacimiento de esta liga, con estos proyectos de equipos que nacen de todas partes como San Pedro Sula, Siguatepeque, Tegucigalpa, Nacaome, el fútbol sala se va a expandir. El apoyo irá llegando porque es un deporte bastante atractivo y no es complicado llevarlo a todas partes porque, aunque se necesita una instalación más específica, es prácticamente el fútbol que se practica en las calles y en las canchas de las escuelas.

Si alguien está interesado en invertir, ya sea en la liga o en el equipo, ¿qué le dirías?

Primero sería decirles que son bienvenidos y que no se van a arrepentir de invertir en este deporte. Les va a encantar desde el espectáculo hasta el ambiente. Estoy seguro que crecerá rápido a nivel nacional y cuando podamos competir a nivel centroamericano o latinoamericano se van a dar cuenta que no es algo pequeño.

Cuando se vuelva algo grande para el país van a poder decir “yo estuve allí cuando estos proyectos empezaron”.


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