REDACCIÓN. La justicia española ha puesto contra las cuerdas al Barcelona, tras imputar a su presidente, Joan Laporta, y considerar que hubo un grupo de árbitros corruptos durante los pagos de la entidad catalana a Enríquez Negreira.
Por dicha situación, el club y su máximo dirigente serán investigados en los próximos días. Corrupción y soborno son algunos de los delitos en juego.
Concretamente, fue el juez Joaquín Aguirre quien dio el paso de calidad, al imputar al directivo Joan Laporta en el polémico ‘Caso Negreira’.
Esto último suena lógico al acusar al Barcelona y a sus dirigentes de cohecho, delito cuya prescripción aumenta y alcanza periodos del primer mandato del actual presidente.
No obstante, las conclusiones del instructor van mucho más allá, al dar por hecho que el Barça presuntamente debió beneficiarse de los arbitrajes.
Asimismo, el juez considera que, si bien no puede decirse que “todos y cada uno de los árbitros fueran corruptos, sí un grupo de ellos”.
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El Barça y el ‘Caso Negreira’
Laporta pasa de este modo a estar imputado, junto con los ex presidentes del club azulgrana Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu.
Asimismo, serán investigados los ex directivos Oscar Grau y Albert Soler, así como el propio José María Enríquez Negreira, ex vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), y su hijo Javier.
Todos los antes mencionados están imputados por los pagos de más de 7 millones de euros realizados durante 18 años. Dichos desembolsos fueron efectuados por el Barça a los Negreira.
El mismo club ha explicado que pagó por supuestos informes y servicios de asesorías arbitrales. Aunque la justicia investiga si hubo sobornos u otro tipo de corrupción.
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