Redacción. El boxeador hondureño Erick “El Terrible” Arzú ha comenzado el año 2023 con una decisión que va a beneficio de su carrera como profesional y su familia.
El pugilista catracho emigró a Nicaragua para incorporarse al gimnasio Nica Boxing, dándole un giro de 180 grado a su carrera boxística.
“Es cierto que me he venido a Nicaragua para buscar mejores beneficios para mí y para mi familia, pero seguiré peleando bajo la bandera de Honduras”, aclaró “El Terrible” Arzú.
A pesar de su capacidad como boxeador, Erick solo había podido pelear en las carteleras de Belice, por lo que decidió cambiar de promotor y aceptó la propuesta de un nincaragüense.
Mayor expectativas
Ahora bajo la promoción de Pablo Osuna, el pugilista catracho espera tener peleas de mayor peso y que le abran las puertas de una carrera de mucho sacrificio.
“Confío en Dios que aquí en Nicaragua me irá mejor, pues hay más apoyo para el boxeador”, le dijo “El Terrible” Arzú a CRONÓMETRO de Diario Tiempo.
Insistió el peleador catracho que “acá estaré peleando para mi país y espero todo me salga bien”.
Por los momentos, Erick se mantiene entrenando fuerte en el gimnasio Nica Boxing a la espera que le confirmen una pelea para el próximo mes de febrero.
Un hondureño que apunta al éxito
En su corta pero exitosa carrera, “El Terrible” Arzú ha vencido al guatemalteco Ordóñez, a José Luis y Javier Ramírez, así como a José Luis “El Pac-Man” López.
Asimismo, Erick es un confeso admirador del boxeador honduestadounidense Teófimo López, quien hoy está destacando en la categoría de los Superligeros (140 libras).
Además, informó que entre sus sueños en esta profesión está que algún día pueda ser el campeón mundial en la categoría de la 126 libras.
“Mi anhelo es pelear en los Estados Unidos donde se presentan los mejores boxeadores del mundo. Considero que voy por buen camino”, indicó.
Erick “El Terrible” Arzú se destaca por su juego de piernas, movimientos de cabeza y cintura que se complementa con su fuerte pegada.
“El Terrible” aseguró que entre sus sueños está apoyar a mucha gente pobre, así como a las escuelas de su pueblo Nueva Armenia, Atlántida. “No voy a parar hasta lograr todos mis sueños”, finalizó.
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