Ex-jugador de Lakers venderá sus anillos de la NBA para ayudar a Ucrania

Debes leer...

ESTADOS UNIDOS.- El ucraniano Slava Medvedenko, exjugador de los Lakers, está vendiendo sus dos anillos de campeón de la NBA.

Esto para recaudar fondos para su país. El pívot de 43 años los ganó en 2001 y 2002 jugando con los históricos Kobe Bryant y Shaquille O’Neal.

Su meta principal es apoyar a los niños ucranianos mediante la restauración de la infraestructura deportiva de las escuelas del país, devastado por la guerra, y el lanzamiento de una red de clubes deportivos sociales.

Se estima que con los dos anillos de campeonato de los Lakers se podrán recaudar unos 100.000 dólares.

“Queremos reconstruir los pabellones porque el ejército ruso bombardeó más de cien escuelas. Nuestro país necesita mucho dinero para arreglar los colegios”.

“Los gimnasios deportivos serán los últimos en ser arreglados. En Ucrania, durante el invierno, los niños necesitan jugar en interior”, aseguró el exjugador de los Lakers.

La razón que inspiró al ex-Lakers a vender sus anillos  

Medvedenko dijo que decidió vender los anillos después de subir al techo de uno de los edificios más altos de su barrio.

Esto le causó sentimiento, ya que pudo ver los cohetes lanzados por las fuerzas rusas atravesando el cielo nocturno.

“En ese momento simplemente decidí: ‘¿Por qué necesito estos anillos si sólo están en mi caja fuerte?'”.

“Reconocí que podía morir y pensé que tenía que venderlos para mostrar liderazgo, para ayudar a mi pueblo a vivir mejor y para ayudar a los niños”.

El ex-pívot de los Lakers también ayudó organizando un partido de baloncesto benéfico con entradas agotadas.

Con esto, se logró recaudar fondos para los refugiados ucranianos que cruzaron la frontera para escapar de la guerra.

El pivot llegó a la competición en el 2000 y jugó durante siete temporadas; seis de ellas con los laguneros donde promedió 5.4 puntos, 2.9 rebotes, 0.5 asistencias, 0.4 robos y 0 bloqueos en 13.1 minutos por juego.

Ahora ha conseguido reunir a toda la familia en su ciudad, aunque al inicio de la guerra envió a Polonia a sus dos hijas de 16 y 11 años y su hijo de 10.

“Tenemos alertas aéreas casi todos los días. A veces son tres o cuatro veces al día, pero los niños están tan acostumbrados. Juegan en nuestro patio trasero. Ni siquiera dejan de jugar, están acostumbrados”, comentó.

Te puede interesar: El PSG se plantea fichar a un psicólogo para evitar las frustraciones en la Champions League


Suscríbete gratis a más información deportiva en nuestro WhatsApp haciendo clic en el enlace: http://bit.ly/35GpKtQ

Últimas noticias

error: Contenido Protegido