Redacción (AFP). La FIFA abrió un proceso disciplinario contra las federaciones brasileña (CBF) y argentina (AFA) después de los enfrentamientos entre aficionados que retrasaron el martes casi treinta minutos el inicio del “Superclásico” Brasil-Argentina, anunció un portavoz el viernes.
La institución mundial reprocha a Brasil, anfitrión del partido en el mítico estadio Maracaná de Rio de Janeiro, una “potencial violación del artículo 17” de su código disciplinario, que regula el orden y seguridad de los partidos.
Asimismo, los argentinos, que infligieron a los brasileños su primera derrota como locales en su historia en clasificaciones al mundial (1-0).
Ambas entidades responderán por su parte a posibles infracciones de los artículos 17.2 (comportamiento inapropiado de aficionados) y 14.5 (inicio de partido retrasado).
Las sanciones
Las dos selecciones se arriesgan a multas y a partidos internacionales con cierre parcial o total de sus estadios, las dos sanciones más comunes.
Durante el partido de clasificación al Mundial 2026, los argentinos enfilaron de nuevo el camino a los vestidores luego de los himnos nacionales.
Posteriormente, en la tribuna estalló una pelea entre los aficionados para que después fuera reprimida por la policía brasileña.
El equipo argentino volvió una vez la situación se calmó en las tribunas, y el silbido inicial, previsto inicialmente a las 00h30 GMT en el Maracaná, sonó con media hora de retraso.
Finalizado así con un marcador a favor de la Albiceleste 1-0 sobre los brasileños consiguiendo quitarles el invicto.
Para concluir el encuentro, ambas selecciones sudamericanas asistieron a las cercanías de las tribunas para que se disipará los disturbios en la afición.
El siguiente partido de la selección argentina será ante chile, mientras que los brasileños recibirán a los ecuatorianos.
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