SAN PEDRO SULA.- El ex-defensor de Honduras en el Campeonato Mundial de España 1982, Jaime Villegas, reaccionó sobre el triste fallecimiento de José de la Paz Herrera “Chelato”.
En EXCLUSIVA a CRONÓMETRO, el eterno capitán del Real España dijo que Chelato significó mucho en su carrera como jugador profesional y que gracias a sus consejos pudo mejorar en muchos aspectos futbolísticos y personales.
“Yo especialmente lo recuerdo, fue una persona que influyó mucho en mi carrera deportiva, tuve la suerte de que llegó al Real España cuando yo apenas tenia 21-22 años y gracias a sus consejos mejoré bastante. Luego con 29 años me convocó a la Selección de 1980 y fuimos al Mundial de España 1982“.
El pesar de Villegas
Jaime relató lo que supo sobre las operaciones con las que tuvo que ser intervenido el técnico ex-mundialista. Dijo lamentar mucho perder a Chelato.
“Lamentablemente falleció luego de tres operaciones, le practicaron dos en México en un lapso de dos o tres días, se fue a operar de la garganta y al día siguiente le dio un infarto”.
“Lo tuvieron que volver a llevar de nuevo al Seguro Social Mexicano y le hicieron una operación de corazón abierto, luego le hicieron otra aquí en Tegucigalpa en el Seguro Social, no se pudo recuperar y desgraciadamente lo perdimos”.
Un técnico con carácter
Villegas mencionó que Uclés era bien exigente, tanto con sus jugadores como con los equipos, pues quería lo mejor para sus dirigidos.
“Era un hombre sumamente exigente, le gustaba que el jugador tuviera todo lo necesario en implementos, que estuviera bien alimentado y no solamente en lo deportivo, en lo particular nos aconsejaba mucho”.
Chelato tomaba con responsabilidad el ser entrenador, ya que hasta aconsejaba de manera sana a sus jugadores.
“Nos decía que debíamos honrar esta profesión ser honestos, ser decentes, conducirse de la mejor manera posible tanto en la vida privada como en la pública”.
Calculador con sus rivales
El ex-dirigente del Real España confesó que José de la Paz Herrera se destacó por siempre estudiar muy bien a los equipos que tenía que enfrentar.
Esto lo hacía por medio de información, la cual transmitía sus jugadores para que supieran que hacer en la cancha.
“Era un técnico que no dejaba nada al azar, siempre estudiaba bien a sus rivales, tenía una red de información, yo digo que en todo el mundo porque si íbamos a enfrentar a un equipo de Rusia, de España o Sudamérica, él sabia que jugadores tenía, como jugaban, sus virtudes y defectos, eso nos lo transmitía a nosotros y eso de alguna manera nos facilitaba el trabajo cuando enfrentábamos esos partidos, no íbamos a ciegas”.
Su paso en el Real España
El ahora político no dejó pasar el momento para recordarle a los seguidores del Real España que fue gracias a Chelato que obtuvieron un campeón sampedrano.
“La era profesionalmente del Real España llegó cuando Chelato fue contratado en 1972, ya con él se alimentaba mejor el jugador tenía todos los implementos necesarios para la profesión y poco a poco fue construyendo un equipo”.
“Cuando él llegó se fueron varios veteranos y rellenó el equipo con jugadores jóvenes que se consiguieron del Barrio San Jose, Medina, otros del Olimpita de Tela, se trajo como seis, entre ellos Robbie Arzu, Jimmy Bayley, Allan Costly, Junior Costly y Gustavo Portillo”.
“Todos esos jugadores llegaron al equipo y con el tiempo fueron titularisimos. San Pedro Sula nunca había tenido un campeón y en el 74 se logró con el Club Deportivo España, también consiguió un campeonato con Marathón, trajo alegrías a los sampedranos. Era un técnico bien detallista”.
“Quisquilloso” hasta con la comida
Y para cerrar, Jaime Villegas nos reveló una anécdota cómica de José de la Paz Herrera. Resulta que Chelato era tan meticuloso con el bienestar físico de los jugadores, que tomó su teléfono y llamó a las esposas de los jugadores para indicarles la alimentación que debían llevar en su casa.
Esto fue algo que sorprendió a todos los jugadores, incluso al mismo Villegas.
“Me cuenta mi esposa que él llamaba a las esposas para decirles que nos dieran de comer”.
“De repente yo miraba en la casa que comíamos lo mismo que nos daban en la sede. Chelato preparaba una cebolla blanca con aceite de oliva y no se que más. De repente en mi casa lo empecé a ver y mi esposa me dijo que Chelato la había llamado y le había dicho que me diera de comer, lo mismo hizo con las esposas de los compañeros.
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