REDACCIÓN. (AFP) La campeona del mundo Jenni Hermoso reiteró el martes ante un juez que el beso que recibió del entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, no fue “en ningún momento consentido” y que después sufrió presiones para salir en su defensa.
La internacional, que acaba de fichar por el club mexicano Tigres Femenil, llegó a la Audiencia Nacional, en Madrid, con un largo abrigo gris.
Sonriente, la referente de la selección española hizo un breve gesto de saludo a la prensa congregada frente al edificio.
Prevista inicialmente para el 28 de noviembre, la esperada declaración de Hermoso, que denunció a Rubiales en septiembre por el beso que le dio tras la victoria de España en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda en agosto, fue retrasada por cuestiones de agenda.
“Ya todo queda en manos de la justicia y hasta aquí puedo decir”, afirmó la jugadora española de 33 años a la prensa, al salir del tribunal.
Puede leer: Jenni Hermoso se va para Tigres y se convierte en nueva Amazona
Jenni sobre Rubiales
Ante el juez que investiga el caso, Hermoso reiteró que el beso fue “inesperado” y “en ningún momento consentido”, según informaron fuentes judiciales.
La jugadora indicó igualmente que sufrió un “atosigamiento constante” de Rubiales y su entorno en los días posteriores, lo que “alteró su vida normal, produciéndole una situación de desasosiego y tristeza”, de acuerdo con la misma fuente.
El juez Francisco de Jorge abrió una investigación en septiembre contra Rubiales por los presuntos delitos de “agresión sexual” y “coacciones”. También, por las supuestas presiones a Hermoso y su entorno.
Poco después, el magistrado citó al exdirigente declarar como investigado. Le impuso como medida cautelar la prohibición de acercarse a menos de 200 metros de la jugadora.
Nota para nuestros lectores: