REDACCIÓN. (AFP) Los Ángeles Galaxy, el antiguo gigante de la Major League Soccer (MLS), puede completar su resurrección tras una década maldita en la final del sábado frente al New York Red Bulls, un equipo histórico sin corona.
La MLS, que dijo adiós con sorpresa al Inter Miami de Lionel Messi en la primera ronda de playoffs, echará el cierre a su temporada con una final entre dos de sus franquicias fundadoras.
El Galaxy hospedará el duelo (13H00 locales) por su mejor resultado en la fase regular pero tendrá la sensible baja de su actual estrella, el mediapunta español Riqui Puig, lesionado de gravedad en las semifinales.
Aún así, los pronósticos siguen considerando favorito al equipo angelino, el más laureado de las casi tres décadas de vida de la MLS, que ha renacido esta campaña después de una larga década de frustraciones.
Tan solo año atrás, el Galaxy vivió un curso tempestuoso que concluyó hundido en el penúltimo lugar de la Conferencia Oeste.
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Quieren la MLS
Su entonces presidente, Chris Klein, fue apartado del cargo como exigía una parte importante de su indignada afición, que llegó a dejar gradas vacías como protesta.
La franquicia que presume de cinco estrellas en su escudo y de haber atraído en la pasada década a David Beckham, el primer ícono global de la MLS, acumulaba cinco ausencias de los playoffs desde su último título de 2014.
Ni siquiera las contrataciones de otras figuras de renombre, como Zlatan Ibrahimovic, Steven Gerrard o Javier ‘Chicharito’ Hernández, lograron devolver al Galaxy a sus días de gloria.
En esa travesía en el desierto, el Galaxy asistió además al surgimiento de un equipo vecino, Los Angeles FC, que conquistó el campeonato en 2022.