REDACCIÓN. (AFP) El líder del campeonato mundial, el español Jorge Martín, dio el sábado un gran paso hacia el título tras ganar la carrera esprint del Gran Premio de Malasia, penúltima prueba del campeonato de MotoGP, en una jornada en la que su rival Francesco Bagnaia se cayó.
Jorge Martín (Ducati-Pramac) tiene una ventaja de 29 puntos sobre Bagnaia (Ducati) y puede ser consagrado campeón el domingo si suma nueve puntos más que su rival. Si gana el Gran Premio y Bagnaia no pasa de la tercera posición, el madrileño habrá asegurado matemáticamente su primer título mundial.
“Estos días estoy teniendo un poco de nervios por las matemáticas, pero al final yo sé correr como sé correr, que es yendo a dar mi máximo”, analizó Martín al difusor DAZN tras la carrera.
“Incluso cuando ha caído ‘Pecco’ he tenido dudas, pero me dije ‘Mantén, haz lo que sabes hacer que es pilotar y luego veremos qué pasa'”, añadió el español.
Leer también: Martín suma más que Bagnaia en una sprint ganada por Bastianini
Martín y Bagnaia
La diferencia de puntos entre ambos pilotos parece ya irreversible, en especial porque ‘Martinator’ se muestra impermeable a la presión o a los contratiempos durante la carrera.
Conocido en el ‘paddock’ por su estilo agresivo, el español asegura haber madurado esta temporada y gracias a su regularidad está castigando con dureza los errores de Bagnaia.
Las caídas del turinés en Emilia Romaña y en Aragón le hicieron perder la ventaja cosechada gracias a sus nueve victorias esta temporadal. Frente a un Martín que solo ha cruzado en tres ocasiones la bandera de cuadros en primera posición.
La caída del sábado en Sepang puede haber sido definitiva para la lucha por el título.
Pese a salir desde la ‘pole’, Bagnaia perdió la primera posición tras la salida supersónica de Martín. El italiano, bajo la presión de tener que recortar puntos en cada prueba, asumió riesgos para tratar de recuperar la primera posición.
Así, en la novena curva de la segunda vuelta ‘Pecco’ perdió el control de su rueda delantera y terminó deslizándose hacia la grava, ante la atónita mirada de los espectadores.