Desde que abrazó al mundo como campeón en 2022, Messi ha jugado a la prudencia para referirse al retiro. Pero consumado el pase de Argentina a la final de la Copa América 2024, el Diez tomó por sorpresa al fútbol al advertirle que sus “últimas batallas” estaban cerca.
Quizás el más célebre y querido de sus hijos en los últimos 20 años, el fútbol tuvo que escuchar en East Rutherford (Nueva Jersey) lo que no estaba preparado para oír.
Con 37 años de edad y después de haber ganado todo lo que quiso, Messi se está permitiendo pensar en que sus días finales dentro de una cancha de fútbol ya se pueden marcar en un calendario. Y quizás ese conteo regresivo inicie con la final del domingo en Miami.
El Diez estaba exultante el martes en el MetLife Stadium con la oportunidad de jugar una nueva final con la Albiceleste, la cuarta que disputará en tres años desde que se proclamó monarca de América en el Maracaná en Brasil-2021 y que tuvo su momento cumbre en Catar, con previa escala en la Finalissima como presagio.
“Disfrutemos de lo que estamos viviendo como selección. No es fácil que estemos otra vez en una final, que volvamos a competir por ser campeones. Es muy difícil y lo volvimos a hacer”, comentó al término del 2-0 contra Canadá.
“Lo estoy viviendo como todo en este último tiempo: disfrutándolo muchísimo y siendo consciente, como les pasa a Fideo (Ángel Di María) y Ota (Nicolás Otamendi), de que son las últimas batallas”, sostuvo el capitán argentino.
Scaloni no quiere soltarlo
Curiosamente el MetLife guarda en su historia que el 27 de junio de 2016 conoció a un Messi abatido por el dolor y que renunciaba a la selección argentina tras perder con Chile la final de la Copa América Centenario, la tercera que se le escapaba de este torneo en cuatro participaciones hasta entonces.
Tiempo presente, el Diez utilizó el martes el mismo escenario para notificarle al mundo que sus “últimas batallas” se acercaban. A oídos de Lionel Scaloni llegaron las palabras del capitán, y cauto, el seleccionador argentino pidió dejarlo tranquilo.
“Sabe que por parte nuestra no seremos los que le cierren la puerta. Él puede estar con nosotros hasta cuando quiera, incluso cuando se retire, si estamos nosotros. Y si no estamos, me lo llevo donde quiera. Que decida lo que quiera”, señaló el DT.
Conquistado Catar, Scaloni advirtió que a Messi le guardaría un lugar para el Mundial-2026. “Si son 26 jugadores, ¿qué más da?”. “Él se ganó el derecho a decidir qué quiere hacer con su carrera y con la selección argentina”, remarcó.
Messi cumplirá 39 años apenas días después del partido inaugural del Mundial norteamericano el 11 de junio en la Ciudad de México.
Competitivo como ninguno y en búsqueda de más gloria, quizás Messi intente convertirse en el primer futbolista en disputar seis Mundiales si le da a Scaloni el “ok” para el 2026.
Pero las palabras utilizadas por el Diez, tan precisas como ha sido su fútbol a lo largo de casi 21 años de una extraordinaria carrera, hacen pensar que sus “últimas batallas” están a la vuelta de la esquina.
¿Se iría con el Fideo?
Ángel Di María eligió el Maracaná en noviembre pasado para decirle al mundo que su historia con la Albiceleste había llegado a su fin. Pero el Fideo se permitió un pequeño paréntesis con la Copa América para jugar sus últimos partidos.
“Leo (Messi) dijo que querían llegar a la final por mí y eso me llenó de orgullo. Tener la posibilidad de lograr todo lo que logré en este último tiempo con todos ellos es un orgullo”, confesó con lágrimas valientes tras ser ovacionado ante los ‘canucks’.
“No estoy listo para mi último partido con la selección, pero es el momento”, continuó emocionado el Fideo, de 36 años.
“Pueden pasar mil cosas, pero creo que pase lo que pase el 14 (en la final), me puedo ir por la puerta grande. He hecho todo para poder irme por esa puerta”, puntualizó el volante del Benfica.
¿Se irá Messi detrás de su amigo, su eterno socio silencioso y con quien comparte ser los dos últimos sobrevivientes en la selección de la final perdida en Brasil-2014?
El Diez tiene dentro de muy poco la palabra. Sus últimos tangos, o sus “últimas batallas” como las definió, están al caer.
© Agence France-Presse