El pasado 27 de mayo, Novak Djokovic fue a la pista central de Roland Garros como espectador para ver jugar a Rafa Nadal. El lunes, dos meses y dos días después, el serbio se medirá al español en el mismo lugar, en la segunda ronda del torneo olímpico.
“Era posiblemente un momento único”, explicó luego Djokovic sobre los motivos que le llevaron a presenciar aquel partido, ante la posibilidad de que fuera el último de Nadal en el torneo en el que construyó su leyenda, con 14 títulos.
Nadal (38 años), en horas bajas en las dos últimas temporadas por las lesiones y sin apenas haber jugado en 2024, perdió entonces en la primera ronda de la única cita del Grand Slam sobre arcilla, por tres sets a cero ante un Alexander Zverev en gran forma y que venía de ganar el Masters 1000 de Roma.
Solo el tiempo dirá si aquel partido ante el alemán fue el último del mallorquín en el Gran Slam parisino, pero los Juegos Olímpicos le están permitiendo volver a jugar en unas instalaciones donde tiene incluso una estatua en su honor.
Número 2 contra 161
En otro momento de la historia reciente, un Nadal-Djokovic en Roland Garros hubiera tenido claro color para el español, como atestigua el balance histórico, con apenas dos triunfos para el serbio en sus diez enfrentamientos anteriores en la tierra batida de París.
Las tres finales de Roland Garros que disputaron entre sí, en 2012, 2014 y 2020, cayeron del lado de Nadal.
Pero el lunes, Djokovic parece un Everest complicado de escalar para Nadal.
El serbio de 37 años no está en su mejor momento y parece haber comenzado ya su declive, pero es número 2 del mundo y sigue rivalizando con los mejores, mientras que su ilustre adversario circula por el inframundo del ranking, donde ocupa el lugar 161º, después de subir cien posiciones, desde el 261º, tras ser subcampeón del modesto torneo ATP 250 de Bastad (Suecia) el pasado 21 de julio, justo antes de París-2024.
Una semana antes, Djokovic fue también subcampeón de un torneo. El emblemático Wimbledon, en su caso, lo que evidencia que ambos juegan actualmente en dos ligas diferentes.
Un muslo con problemas
Pero más allá de posiciones en la clasificación mundial o de los resultados recientes, Nadal llegará al duelo con la incertidumbre de sus molestias en el muslo derecho, que incluso le hicieron ser duda hasta el último momento para el torneo olímpico individual.
Finalmente jugó este domingo contra el húngaro Marton Fucsovics, con el que perdió un set en su victoria 6-1, 4-6 y 6-4, tras lo cual dijo sentirse “relativamente optimista” sobre su estado físico.
“Estoy un poquito que no sé al nivel que puedo jugar, voy a intentar esforzarme al máximo para crearle problemas”, aseguró Nadal con la cautela que no le abandona en los últimos días en la capital francesa.
Con un oro en individuales en Pekín-2008 y con otro en dobles en Rio-2016, Nadal sueña con coronarse este año en París-2024, donde está clasificado también para la segunda ronda de dobles junto a su heredero natural, Carlos Alcaraz.
Dos años después
Djokovic, que nunca pudo ser campeón olímpico, tuvo en primera ronda de París-2024 más que un partido, un entrenamiento: 6-0 y 6-1 sobre el australiano Matthew Ebden, un especialista en dobles.
En el último Roland Garros, Djokovic había sufrido una lesión en el partido que ganó en octavos de final al argentino Francisco Cerúndolo y luego se declaró baja antes del choque de cuartos de final que debía disputar contra el noruego Casper Ruud.
Pasó por quirófano para curar el menisco de la rodilla derecha y se recuperó en tiempo récord, a tiempo para estar en Wimbledon, donde demostró estar recuperado.
La última vez que Nadal y Djokovic se enfrentaron fue en Roland Garros, en cuartos de final, hace dos años. En los últimos tiempos se pensó que aquel era el último enfrentamiento entre ambos, pero el azar ha querido brindar este 60º episodio a uno de los seriales más apasionantes del tenis.
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