Orlando López es el gran artífice de la salvación del Lobos, que goleó 3-0 al Vida en la vuelta de la final por el “no descenso”, que condenó a los rojos a la segunda división.
“Dios nunca nos ha dejado de la mano, yo sabía que este milagro podía hacerse pero tenían que creerlo”, dijo López.
El entrenador de la Manada aseguró que hubo varios inconvenientes, pero que la unidad del plantel fue clave en este último partido.
“Habían un montón de zipizapes en el equipo, pero en esta concentración, como la unión grupal, pero no es trabajo de nosotros o los jugadores o le directiva, es trabajo de un Dios que no te avergüenza en público”
Proyecto
López está contento que hayan creído en el proyecto que le encomendó la dirigencia de los Lobos.
“Feliz y contento porque encontramos un grupo, creyeron en un proyecto, entendieron la idea de juego y con esa fe genuina en Dios, no es para que nos vean, es para que se den cuenta que existen milagros”.
El estratega estudioso insiste que “es un milagro, somos un equipo humilde, con jugadores que son bravos, creyeron en ellos y tienen las condiciones, los hicimos creer nada más”.
También está muy agradecido con la entrega de sus futbolistas que soportaron las críticas de muchos sectores.
“Son los mejores del país, en esas siete finales dieron el todo. Hablaron y dijeron un montón de cosas, que nos regalaban, que el apagón, si le ganábamos al Génesis hubieran dicho lo mismo, pero hoy aquí se demostró”.
“Vamos a sentarnos con la junta directiva, yo me quedaría con un proyecto a largo plazo, cambiando un montón de cosas, no es el tiempo oportuno, vamos a celebrar”, añadió.
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