El atacante colombiano Rafael Agámez denunció al club Vida de La Ceiba por la falta de pago a salarios atrasados e incluso, la FIFA tiene bloqueado al club por la demanda del cafetero.
En entrevista al canal de YouTube del periodista Jesús Américo Navarrete, el exdelantero del Vida, denuncia que ha recibido amenazas de parte, incluso, de gente del club y de los aficionados.
“Hasta ahora el Vida no se ha dado el costo de llamarme, me tienen como ahogado, nos han hecho varias llamadas, intentando arreglar, la única manera de arreglar es que paguen lo que deben y listo. Hasta ahora no me han depositado, ni me han vuelto a hablar”, comenzó diciendo.
Agámez relata que tuvo algunas visitas a su casa por personeros del club ceibeño. “Me vine de La Ceiba por las constantes visitas a mi casa de gente del equipo y las amenazas en las redes sociales en La Ceiba, queriéndome intimidar y cuidando mi integridad, me vine de La Ceiba por miedo a que me hicieran algo y visitas de gente del equipo queriendo intimidarme”.
Añadió: “Prácticamente me vine huyendo porque no hicieran daño a mí y a las personas que viven conmigo. Primero la visita fue ofreciendo algo que no era ni la mitad de lo que me deben y a parte es un tema que se deben manejar con los abogados, no con el jugador, querían darme lo que querían”.
Los hechos
En su recuento de los hechos, Agámez quiere aclarar que él no es el villano de esta película. “Creen que el villano de esta película soy yo. Soy un simple trabajador que merezco que me paguen lo que trabajé. Me vine por el bien mío o de mi familia. Es un porcentaje mínimo, ni la mitad de la deuda, siempre intentamos una mejor salida y es una deuda que tiene ocho meses”.
Le manda un mensaje a la afición, que piensan que él es quien está afectando al club. “La gente olvida al jugador y se basan en lo que dicen los directivos”.
“La afición me dice que piense en el equipo y la ciudad, pero cuando Vida me dejó tirado, les pregunto si el equipo pensó en mí, estábamos con otro amigo colombiano y estuvimos tres meses sin luz y sin comer, los amigos eran los que me ayudaban, creen que el malo soy yo”.
Siguió explicando: “Yo los busqué, que si por lo menos no tenían para pagarme que me adelantaran por lo menos $500 para poder comer, muchas veces me tocó quedarme porque no me pagaban el vuelo a Colombia. No quiere hacer esto por un mal, sino para que la gente sepa”
Finalizó diciendo:”Es un monto super alto, llegamos a un acuerdo y entramos en una negociación, pero hace unos días llegaron queriendo decirme que agarrara lo que me daban que eso es lo único que tenían. Las cosas no son así”.
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