REDACCIÓN.- El técnico portugués José Mourinho ha llegado al final de una temporada larga, difícil e intensa en la que logró desafiar los pronósticos con su plantilla de la Roma.
El ibérico llegó a una final de la Europa League con solo 14 jugadores de campo a su disposición y demostró su capacidad para trabajar con los jóvenes incluso en las circunstancias más difíciles.
Sus comentarios posteriores al partido, pronunciados después de su derrota en la final de la Europa League ante el Sevilla, deberían servir como una llamada de atención para el club.
Para quedarse en Roma, ciudad en la que vive como un emperador, quiere tener un equipo competitivo con al menos seis o siete jugadores más que ayuden a mejorar la calidad del once inicial.
Pero, el ‘Special One’ le pide al club algo que probablemente nunca conseguirá. Y eso es, un equipo inmediatamente competitivo para ganar el Scudetto.
Sin embargo, la familia Friedkin, propietaria de la Roma, no podrá satisfacer las necesidades del técnico portugués y provocará la marcha de Mourinho antes de que finalice su contrato.
El sentido táctico y la adaptabilidad del entrenador ayudaron a la Roma a sumar la mayor cantidad de puntos posible en una Serie A de calidad media. Pero, en el camino, su relación con los árbitros de la liga se fracturó.
Mourinho es un hombre polémico y, en su segundo paso por Italia, ha ganado más tarjetas rojas que trofeos. A medida que ha envejecido, su ira se ha vuelto aún más difícil de manejar y le ha llevado a cometer graves errores de comunicación.
Sin embargo, al final del partido llamó a todos a su lado, miró a todos sus hombres a los ojos y les dio un discurso de motivación como un entrenador que sabe que dejará su equipo en breve.
El futuro de Mourinho
En su rueda de prensa, el análisis del técnico entre el presente y el futuro fue muy claro. “Estoy cansado de hacerlo todo yo mismo, siempre poniendo la cara”.
Este es el tipo de palabras que harán imposible reparar su relación diplomática con el club y, a su vez, crearán una brecha incurable.
En este momento, las posibilidades de ver a Mourinho sentado en el banquillo de la Roma la próxima temporada son cercanas al cero por ciento.
Sus experiencias en la Roma podrían afectar fuertemente el próximo proyecto del técnico portugués, que quiere volver a lo más alto tras dos años con un club medio.
En esa línea, la Premier League tiene una particular fascinación por Mourinho. Dirigir de nuevo a un club inglés es su prioridad, pero las tentaciones que le llega el PSG también suponen una oportunidad única para acabar su carrera de la mejor manera posible.
Según ‘Corriere dello Sport‘, el PSG estaría considerando al técnico de la Roma como sustituto de Christophe Galtier.
Es un movimiento que vería a Mourinho regresar al epicentro del fútbol y lo ubicaría dentro de uno de los dos clubes más ricos del fútbol moderno. De manera que, los próximos días sería clave para materializar dicho objetivo, que tanto el PSG como Mou ganarían en un binomio de dos parte sumamente exitoso.
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