REDACCIÓN. La tenista kazaja Yulia Putintseva se encuentra en medio de un gran polémica por su reciente actitud con una recogepelotas en el Abierto de Estados Unidos (US Open).
De 29 años, la deportista Putintseva, número 32 del ranking de la WTA, vivió un momento tenso en su partido contra la italiana Jasmine Paolini, número 5 del ranking.
La nacida en Kazajistán (país de Asia Central y antigua república soviética) perdió por 6-3 y 6-4 en ese encuentro de la ronda de octavos de final del US Open.
Durante el juego, mientras intentaba evitar la derrota, protagonizó un irrespetuoso momento con una niña recogepelotas: quería las bolas en la mano.
La respuesta de la tenista Putintseva fue adoptar una actitud de pasividad y quedarse mirando a la joven ayudante mientras le pasaba las esféricas.
La asiática no recogió ninguna de las pelotas. Eso, pese a que la joven, que hacía su trabajo, siguió lanzándoselas según dicta el protocolo.
? ¡TERRIBLE FALTA DE RESPETO! ?
❌ Así fue el irrespetuoso momento que protagonizó la tenista kazaja Yulia Putintseva en el US Open con una joven recoge pelotas.#USOpen #AbiertoDeEstadosUnidos #yuliaputintseva #JasminePaolini pic.twitter.com/FWntSB4wFb
— Cronómetro de Diario Tiempo (@CronometroDT) September 2, 2024
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Una enojada Putintseva
Durante toda la secuencia, una irritada Putintseva le indicó a la joven que quería más bolas, aunque no hizo ademán de recepcionarlas.
Con un gesto de desidia siguió con la mirada todas las pelotas, hasta que le lanzaron la última, la cual sí recogió. Tras esto, procedió a ‘recolectar’ el resto para reanudar el partido.
Las redes sociales se llenaron de comentarios criticando su actitud, algunos de ellos señalaban que había sido “irrespetuosa”, “maleducada” y “una niña pequeña”.
Tras ser consciente de la magnitud de sus actos, la tenis kazaja quiso pedir perdón. De hecho, lo hizo a través de su cuenta en la red social Instagram.
Publicó una historia con un texto en el que decía: “Quiero disculparme con la recogepelotas por como me comporté mientras me estaba dando las bolas. No tenía nada que ver con ella. Estaba muy enojada conmigo misma”.