INGLATERRA.- El tiempo corre para que se lleve a cabo la venta del Chelsea y Roman Abramovich sigue a la espera que se congele su préstamo de £ 1.500 millones después de haber sido informado de que las sanciones del gobierno del Reino Unido en su contra bloquean sus planes de cancelar la deuda del club.
El mandamás de los “Blues” se comprometió a acabar con su préstamo al Chelsea cuando confirmó que había puesto a la venta el club de Stamford Bridge el 2 de marzo, en medio de la invasión rusa de Ucrania. Sin embargo, las negociaciones con los posibles comprados se han visto con dificultades para formalizar la oferta al club.
De esta forma, Roman Abramovich tiene plazo hasta este 31 de mayo para concretar la venta de las acciones de Chelsea. Debido a las sanciones del Gobierno de Reino Unido contra el magnate ruso, será este día que caduque la licencia operativa del club. Tanto la UEFA como la Premier League han avisado que podrían no permitir la inscripción de los Blues de no haber cambio de propietario para esta fecha.
La preocupación es latente, debido a que la Premier League se reunirá el 8 de junio para constituir la nueva temporada, y en ese momento, el Chelsea necesitaría tener una licencia para ser parte de la próxima campaña.
Hasta ahora, parecía todo encaminado para que Todd Boehly, accionista de los Lakers (NBA) y dueño de LA Dodgers (MLB) se convirtiera en el nuevo propietario del conjunto londinense, pero no han logrado tener respuestas positivas.
¿Cómo está afectando toda esta incertidumbre al Chelsea?
La situación en el Chelsea ha estado pasando factura dentro y fuera de la cancha, ya que nadie en el club sabe lo que deparará el futuro. En cuanto a la plantilla, Antonio Rüdiger se incorporará al Real Madrid cuando finalice su contrato el próximo verano y se espera que César Azpilicueta y Andreas Christiansen se incorporen al Barcelona.
No obstante, Thomas Tuchel ya ha prometido su futuro al club, pero toda la incertidumbre le está dificultando mucho en el trabajo y le está resultando casi imposible planificar el futuro.
Por tal razón, el Chelsea no puede discutir nuevos contratos con jugadores como Mason Mount y Jorginho. Y el futuro del fichaje récord del club, Romelu Lukaku, no puede resolverse hasta que lleguen nuevos propietarios.
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