Redacción (AFP). Equipado con unas gafas con protección para la nariz, el ciclista neerlandés Dylan Groenewegen ganó al esprint la sexta etapa del Tour de Francia, este jueves en Dijon, en la que el líder Tadej Pogacar se llevó un susto por los abanicos.
En la meta, el ciclista del equipo Jayco-AlUla se convirtió en el tercer velocista en ganar en la presente edición, tras el británico Mark Cavendish, en la víspera, y el eritreo Biniam Girmay.
“¡Ha ganado Batman!”, bromeó en la meta Matt White, director del Jayco-AlUla, el equipo australiano por el que fichó a Groenewegen en 2022.
Girmay y el colombiano Fernando Gaviria completaron el podio de la jornada. El belga Jasper Philipsen, que cruzó la meta en segunda posición, fue descalificado por comportamiento peligroso.
“Puedo parecer un idiota”
“Es un sentimiento tan agradable… Estoy supercontento, sobre todo con el maillot azul-blanco-rojo”, comentó Groenewegen, campeón de Países Bajos, que a los 31 años logró su sexta victoria en el Tour, la primera desde 2022.
“Ayer me sentí decepcionado conmigo mismo, ni siquiera pude esprintar después de que mi equipo hubiera trabajado bien. Ganar significa mucho para mí, la competencia es tan fuerte…”, añadió.
Groenewegen causó furor el pasado lunes, en la primera etapa llana prometida para los velocistas, al presentarse en la salida con unas gafas que tienen incorporada una protección negra para la nariz.
“Se supone que son más aerodinámicas. Espero que sean eficaces, porque si no voy a parecer un idiota”, admitió el neerlandés.
Permitido por el reglamento
“Parecen un poco raras, estamos de acuerdo, pero el reglamento las permite. No sé cuántos vatios adicionales me dan, pero si me permiten ser un poco más rápido, vale la pena”, añadió.
De momento, la victoria le dio la razón al tatuado velocista de Ámsterdam, con fama de ‘bad boy’ en el pelotón, pero que poco a poco parece dejar atrás el incidente que marcó su carrera.
Hace cuatro años fue amenazado de muerte y duramente criticado tras cerrar contra las vallas de protección a Fabio Jakobsen durante una etapa de la Vuelta a Polonia en 2020, provocando un accidente que estuvo cerca de acabar con la vida de su compatriota.
Curiosamente, en el Tour de 2022 ganó una etapa justo al día siguiente de lo que hiciera Jakobsen, un guiño del destino que puso fin a la historia que pesaba sobre los dos ciclistas, que no se han vuelto a dirigir la palabra desde el accidente.
“Statu quo” ante del crono
En 2023, Groenewegen se marchó en blanco del Tour debido a la superioridad mostrada por Philipsen, vencedor de cuatro etapas y del maillot verde el año pasado.
Pero menos dominador este año, como lo demuestras que en tres llegadas al esprint esta edición aún no ha ganado.
La victoria del neerlandés llega al día siguiente de que el británico Mark Cavendish estableciera un nuevo récord de victorias en la carrera, 35, rompiendo el empate que mantenía con la leyenda Eddy Merckx.
En la pelea por el general Pogacar guardó el amarillo, a pesar de los sudorosos fríos que sufrió a mitad de etapa, completamente aislado y sin compañeros durante unos abanicos -viento de costado que provoca cortes en el pelotón- iniciados por el Visma-Lease a bike, el equipo de su rival Vingegaard.
“Sabía que iban a entrar por detrás (…) Hubo nervios, algunos cortes, pero no demasiado estrés”, aseguró tras la etapa Pogacar, que el viernes afrontará el primer ‘crono’ del Tour con 45 segundos de ventaja sobre el belga Remco Evenepoel, gran favorito a la victoria de etapa, y 50 sobre Vingegaard.
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