Brasileña Andrade por fin logra coronarse en París

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La estadounidense Simone Biles (plata), la brasileña Rebeca Andrade (oro) y la estadounidense Jordan Chiles (bronce) posan durante la ceremonia de premiación.
La estadounidense Simone Biles (plata), la brasileña Rebeca Andrade (oro) y la estadounidense Jordan Chiles (bronce) posan durante la ceremonia de premiación.

Redacción (AFP). Venía del infierno de Tokio-2020 buscando su redención y Simone Biles se va de París-2024 con cuatro medallas, tres de oro, tras una última jornada en la que recordó que es una deportista espectacular, pero también humana, y que vio brillar a la brasileña Rebeca Andrade, campeona olímpica en suelo.

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La estadounidense, de 27 años, cerró su participación con una plata este lunes en la final de suelo, tras terminar quinta en la viga de equilibrio.

Poderosa y serena desde su llegada, Biles llegaba a despedirse de París-2024 con la oportunidad de igualar los nueve oros de la leyenda de la gimnasia Larissa Latynina.

Así como de la nadadora estadounidense Katie Ledecky, las mujeres con más títulos olímpicos.

Biles no es una “máquina”

Pero como demuestra la dura experiencia de Tokio hace tres años, donde padeció un bloqueo mental que le dejaba sin referencias en el aire, la gimnasta más condecorada de la historia no es una máquina.

“He conseguido mucho más que en mis sueños más locos, no solo en estos Juegos, sino en el deporte”, valoró después Biles sobre su impresionante palmarés de once medallas olímpicas, siete de ellas de oro, y 30 mundiales, entre ellas 23 doradas. .

“Así que no puedo estar enfadada con mis ejercicios”, añadió.

“Hace un par de años no sabía si regresaría a unos Juegos y competí y me voy con cuatro medallas. Estoy bastante orgullosa de mí”, añadió.

La misma viga de equilibrio que le dio en Tokio su única medalla individual de aquella competición maldita para ella, este lunes acabó con las expectativas de récord de Biles, que cayó brevemente durante su rutina en esta exigente barra de 10 centímetros de ancho.

Una Arena Bercy de nuevo entregada a la gimnasta más condecorada de la historia soltó entonces un suspiro de congoja.

Mientras, Biles trataba de reconducir un ejercicio que acabaría dejándola en la quinta posición.

Tampoco Rebeca Andrade consiguió brillar y terminó una cuarta final que conquistó a la italiana Alice D’Amato.

La brasileña Rebeca Andrade compite en la final de suelo femenina de gimnasia artística durante los Juegos Olímpicos de París 2024.
La brasileña Rebeca Andrade compite en la final de suelo femenina de gimnasia artística durante los Juegos Olímpicos de París 2024.

Fiesta brasileña

El serio gesto con el que Biles terminó la prueba no había desaparecido cuando regresó para su ejercicio de suelo, donde volvió a volar con las espectaculares acrobacias que llevan su nombre.

La estadounidense acabó, sin embargo, saliendo en la recepción de dos diagonales, un error con consecuencias cuando en la competición hay alguien como Rebeca Andrade.

Enfundada en un maillot verde brillante, la brasileña se había dejado el alma en el practicable, consciente de que sus maltrechas rodillas quizás no le dejen repetir muchas más rutinas olímpicas de suelo.

Su ejercicio artístico, donde suenan acordes de funk brasileño le valió un 14,166, que acabaría siendo de oro, con Biles quedándose en 14,133.

Andrade iluminada

Los focos eran entonces para un exultante Andrade, que tras más de una semana de solvente competición en París -con un bronce histórico por equipos con Brasil y dos platas-, tuvo al fin su recompensa dorada.

“Estoy muy contenta y orgullosa de lo que hice”, reconoció después.

“Supe manejar la presión y trabajé con mi entrenador para conseguir lo que logré”, agregó la brasileña, de 25 años, que con seis medallas olímpicas en total se convirtió este lunes en la mayor medallista de su país.

Gimnasta histórica para Brasil, Andrade subió al podio para colgarse el segundo oro olímpico de su carrera -después del conseguido en salto en Tokio- con sus compatriotas gritándole “¡Rebeca, Rebeca!” y recibida por la reverencia de Jordan Chiles, bronce, y Biles, que suele señalarla como su rival más temida.

Historia de Colombia

En un cierre memorable para la gimnasia sudamericana, otra de las grandes alegrías fue para Angel Barajas, que a los 17 años consiguió la plata en barra fija, dándole a Colombia la primera medalla olímpica de su historia en gimnasia.

“Esta medalla significa mucho para Colombia”, afirmó radiante tras la competencia.

“Estoy muy feliz y satisfecho de lo que hice en los Juegos”, añadió Barajas, que era el competidor de menor edad de todo el torneo masculino.

El joven de Cúcuta, que había sido sexto en las clasificaciones, surgió a los favoritos en una final llena de caídas y errores, firmando un ejercicio sobresaliente que le valió una nota de 14,533, la misma que Shinnosuke Oka.

Pero el gimnasta japonés, que ya había sido campeón por equipos y del concurso individual, sumó su tercer oro gracias a una calificación superior en ejecución.

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