ESTADOS UNIDOS.- Los fuertes entrenamientos y los duros partidos que tuvo que enfrentar en la NBA de los Estados Unidos, hoy le están pasando factura al ex pívot alemán Dirk Novitzki.
El ex NBA dialogó con diario Marca de España y contó sobre el calvario que está viviendo fuera de la duela.
“Si me hubiera retirado dos años antes, estoy seguro de que ahora podría moverme mejor”, dijo.
Novitzki estuvo 21 temporadas defendiendo la camiseta de los Dallas Mavericks, una fidelidad y el amor a unos colores que le han terminado costando un alto precio.
Dos años innecesarios
Para el ex basquetbolista teutón, los dos últimos torneos con los Dallas Mavericks pudieron ser innecesarios y tal vez hoy estuviera mejor de salud.
“No dejo de darle vueltas a que seguramente esos dos últimos años en la NBA no merecieron la pena”, dijo.
Seguidamente agregó: “Hubo momentos brillantes, por supuesto, pero al equipo no le fue bien y la realidad es que yo apenas podía ya moverme”.
Novitzki insistió que si se hubiera retirado dos años antes, está seguro que ahora podría moverse mejor. “Podría jugar al fútbol de vez en cuando con los niños”, añadió.
Lamentó que “ahora ni puedo hacer eso. Es un deporte genial, muy divertido. Pero si no puedes moverte como Dios manda, es duro”.
Cuenta que “intento jugar un par de veces a la semana, pero no tengo casi movilidad”.
“Casi todo lo que juego son partidos dobles, pego algunas derechas desde el fondo de la pista y poco más”, se quejó.
Una vida limitada
El que anduvo en el cielo como una estrella, hoy lleva una vida limitada que le impide desenvolverse como una persona normal.
A Novitzki las secuelas tras más de dos décadas en la NBA le persiguen al día de hoy y los problemas físicos limitan la vida cotidiana del mejor jugador europeo de la historia.
“No es fácil tener claro cuándo tienes que parar. Sigues disfrutando, sigues motivando, el cuerpo va aguantando…Ahora, lo mejor es que puedo organizar mi tiempo”, indicó.
En medio de los problemas físicos, Novitzki destaca que “puedo cogerme un mes totalmente libre y dedicarme a hacer cosas en casa con mi mujer”.
“Y después -agregó- puedo estar unas semanas más activo en mi rol de consejero de los Mavs. Ahora soy mi jefe”.
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