(InfoBae) La novela del afamado caso de abuso sexual del exfutbolista del Barcelona, Dani Alves, parece que está cerca de tomar un nuevo giro por otro posible cambio en los argumentos de su relato de los hechos.
Alves ha tenido demasiada inconsistencia respecto a su testimonio y todo el recuento de los hechos contados por el brasileño, han sido muy volátiles a lo largo de la investigación.
La estrella brasileña cambió su versión de los hechos en varias ocasiones y, actualmente, sostiene que hubo relaciones sexuales con la víctima pero alega que estas se dieron bajo consentimiento mutuo.
Sin embargo, a pocos días de la resolución del veredicto, en Brasil aseguran que la estrategia de los abogados defensores del lateral carioca será decir “que se encontraba bajo los efectos del alcohol al momento del hecho y eso le impide recordar lo sucedido con la denunciante”, según lo publica el portal argentino InfoBae.
Fuentes vinculadas al caso confirmaron al medio brasileño UOL que el carrilero afirmará que no tenía noción de sus actos mientras estaba en el establecimiento bailable.
Así fueron los relatos
De confirmarse la modificación del testimonio, será el quinto cambio de versión desde el inicio del caso. “La estrategia de los abogados defensores del jugador será decir que Alves estaba borracho y no recuerda lo ocurrido en la discoteca Sutton”, señalaron en el medio brasileño.
En el repaso de las anteriores cuatro versiones, el portal sudamericano recuerda que Alves afirmó inicialmente que no conocía a la denunciante, luego declaró que se metió con ella el baño pero no ocurrió nada.
El relato volvió a modificarse cuando afirmó ante el Tribunal que sólo hubo sexo oral y hubo un nuevo cambio cuando reconoció un acto sexual con penetración, pero con consentimiento.
La situación jurídica del zaguero se complica cada vez más ya que se encuentra en prisión provisional desde enero de 2023 en el centro penitenciario Brians 2, en España.
Sus intentos por recuperar la libertad a través de diferentes recursos legales no tuvieron los resultados que esperaba.
La justicia desestimó todas las apelaciones presentadas por su defensa de cara al juicio está programado para llevarse a cabo del 5 al 7 de febrero en Barcelona.
La Fiscalía, según informes de medios brasileños y europeos, contempla solicitar una pena de 12 años de cárcel que corresponde al máximo previsto por la ley española para este tipo de delitos.