Redacción (AFP). El renovado Mundial de Clubes de la FIFA comenzó este sábado con un breve espectáculo musical sin estrellas de renombre, en un Hard Rock Stadium de Miami que no pareció mostrar gran entusiasmo por el espectáculo realizado por el histórico productor Emilio Estefan.
La ceremonia de apertura comenzó cuando apenas faltaban 15 minutos para el inicio del partido inaugural de la competición entre el Inter Miami y el Al Ahly.
Se apagaron las luces y, tras un breve video difundido en las pantallas gigantes del estadio habitual de los Miami Dolphins del fútbol americano, comenzó la fiesta.
Junto a los bailarines, ocuparon el escenario dos cantantes con raíces latinoamericanas, Vikina y Richaelio. A su alrededor brillaron grandes llamadas.

Un estadio casi lleno
Pero las actuaciones no parecieron aumentar demasiado la temperatura de las gradas, seguramente impacientes de ver rodar la pelota.
En un estadio casi lleno, con una capacidad para 65.000 personas, descubrió tantas camisetas rojas del Al Ahly como rosas del Inter Miami local.
El club egipcio, el más laureado del fútbol africano con 12 ligas de campeones del continente, tiene numerosos seguidores.
Y muchos de ellos no dudaron en viajar desde otros lugares de Estados Unidos o incluso desde su país para participar en la fiesta.
Los miedos sobre la posibilidad de que el partido inaugural se jugara en un estadio medio vacío no se cumplieron. La FIFA puede respirar aliviada, su nuevo torneo empieza con buen pie.
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