Redacción. El racismo es una lacra que lamentablemente en pleno siglo XXI se sigue viviendo en los diferentes países y estadios del mundo.
El reciente hecho vergonzoso se vivió en el Parque de los Príncipes, Francia, en contra de los jugadores de Brasil que cumplían un amistoso frente a Túnez.
Reportes provenientes del país europeo indican que el compromiso se llevó a cabo bajo un ambiente muy caliente tanto fuera como dentro de la cancha.
Muchas faltas, tarjetas, bengalas, cánticos… ¡y otro escándalo racista! contra los jugadores brasileños.
Los hechos
Tras el gol de Richarlison (2-1) desde las gradas le tiraron varios objetos al delantero del Tottenham, incluyendo varias botellas y un plátano que le cayó justo a los pies.
Aunque él (Richarlison) no pareció darse cuenta en el momento. Este incidente escapa de muy pocos comportamientos intolerables en las gradas.
Al margen de que a Neymar le persiguieran con láseres, lo que sin embargo no le afectó ni en el lanzamiento del penalti, el 2-1 de Richarlison dejó la imagen del horror.
Mientras los dirigidos de Tite festejaron, varios objetos cayeron a su alrededor. Uno de ellos fue un plátano, provocando el enfado y la rabia general.
Tite está con sus dirigidos
En ese momento las cámaras captaron a Tite yéndose a abrazar a Militao y Vinicius, todavía sin conocerse el motivo concreto.
La propia Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) protestó en twitter, en otra batalla de una lucha que ha de continuar.
La CBF refuerza su posición de combatir el racismo y repudia cualquier manifestación prejuiciosa.
La selección verdeamarelha había saltado al césped sin las cuatro estrellas de su uniforme, que acreditan sus títulos en la Copa del Mundo.
“Sin nuestros jugadores negros no llevaríamos estrellas en nuestra camiseta”, rezaba la pancarta que portaban sus titulares durante el tradicional posado ante los fotógrafos.
De inmediato, la CBF condenó los hechos. “Reforzamos nuestra postura contra el racismo y repudiamos cualquier manifestación en este sentido”.
El lanzamiento de plátanos a jugadores brasileños, tristemente no es ninguna novedad.
El más famoso que se recuerde fue uno en un Villarreal-Barca de 2014 que acabó con Dani Alves dándole un mordisco a la fruta y encarándose con la grada del Madrigal.
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