Redacción (AFP). En una carrera contra el tiempo, Javier Aguirre y Rafael Márquez fueron presentados este jueves como director técnico y auxiliar -respectivamente- de la selección mexicana de fútbol.
Ambos afrontarán el compromiso de México como anfitrión de la Copa del Mundo 2026 y sentar las bases hacia 2030.
“Somos dos personas confiables para cumplir con el objetivo de hacer un gran Mundial”, dijo Javier Aguirre en conferencia de prensa.
“El hecho de que somos dos mexicanos que hayamos hecho la mayor parte de nuestras carreras en el extranjero nos califica”, añadió.
Ampliamente conocidos
“La gente nos conoce por delante y por detrás, saben lo que somos, y merecemos el beneficio de la duda”, añadió el ‘Vasco’ Aguirre en el Centro de Alto Rendimiento de la Federación Mexicana de Fútbol, al sur de la Ciudad de México.
Aguirre y Márquez se suman al ‘Tri’ a menos de dos años de que México sea sede del Mundial de 2026 junto con Estados Unidos y Canadá.
“El tiempo es oro, pero no es un obstáculo ni será un pretexto, tenemos suficiente tiempo y una buena base de jugadores para armar un buen equipo, para que la gente esté orgullosa”, aseguró Aguirre.
Para el entrenador de 65 años, esta es su tercera etapa como seleccionador de México.
A diferencia de las dos anteriores, llegó para rescatar la clasificación para los Mundiales de Corea-Japón-2002 y Sudáfrica-2010.
Llegan con alegría
“Ahora no vinimos a tapar un agujero o a apagar un incendio. Hoy, más que nunca, veo con alegría que hay un proyecto hasta el 2030 que me ilusiona mucho, no es solamente salvar tres partidos de eliminatoria e ir al Mundial y se acaba la historia”, expuso Aguirre.
El flamante entrenador del ‘Tri’ retomará en este nuevo turno un recambio generacional que emprendió el anterior entrenador Jaime Lozano -cesado en julio- y considerado a los futbolistas veteranos que fueron excluidos de la Copa América-2024.
Aguirre reconoció que no conoce personalmente a “los jugadores de la última convocatoria”, pero tiene claro el perfil de futbolista que requiere para su proceso.
“Al pueblo mexicano le gusta verso representado por un equipo que por lo menos corra, luche, pelee, que no se muera de nada, que en el campo deje todo”, dijo.
Luego, agregó: “Ese es el perfil de jugador que a mí me viene de inmediato a la cabeza, si encima juega bien, es atento, concentrado, es polivalente, también suma”, detalló Aguirre.
Sistema de juego flexible
Respecto al esquema táctico de 4-3-3 que venía utilizando la selección mexicana y el 5-3-2 que Aguirre usó en el Mallorca, el entrenador mexicano dijo que tendrá flexibilidad.
“El 4-3-3, el 5-3-2 o el 4-1-4-1 no dejan de ser números, al final de cuentas, la dinámica del partido te permitirá jugar de una u otra forma, según el rival, las circunstancias, el marcador, el tiempo o las necesidades Yo no estoy peleado con ningún sistema”, reflexionó Aguirre.
A partir de septiembre, Aguirre afrontará partidos amistosos, la Liga de Naciones de la Concacaf y la Copa Oro, sabedor de que no tiene garantizado llegar al Mundial de 2026.
“Tengo seguridad y confianza en mi trabajo y el de mi cuerpo técnico, pero dependemos de los resultados y si salen mal, no hay blindaje que valga”, reconoció Aguirre.
“El Vasco” va por su quinto Mundial después de jugar el de 1986, ser auxiliar en 1994 y dirigió los de 2002 y 2010.
Márquez en preparación
El contrato de Javier Aguirre con la Federación Mexicana de Fútbol tiene vigencia hasta 2026 después del Mundial.
Entonces Rafael Márquez asumiría el cargo de seleccionador hacia 2030.
Mientras tanto, las primeras labores de Márquez como auxiliar de Aguirre darán el seguimiento a los jugadores jóvenes emergentes y expondrán sus sugerencias tácticas.
“Esta es la oportunidad de hacer un máster con el mejor entrenador que ha tenido México”, dijo Márquez.
“Quiero hacer mi mejor papel en el área que me toque cumpliendo las órdenes que me dé Javier y estoy comprometido con la selección”.
Sus objetivos a largo plazo
Márquez, de 45 años, reconoció que a largo plazo tiene dos objetivos profesionales definidos: “ser entrenador de la selección y poder regresar algún día al Barcelona como entrenador”.
“Sigo en el proceso de formación y esta es una oportunidad para seguirme preparando e intentar tener las riendas de la selección para el siguiente ciclo”, añadió quien fuera capitán de México en cinco mundiales consecutivos, desde 2002 hasta 2018.
El cuerpo técnico de la selección mexicana se complementa con tres elementos españoles: Toni Amor como ayudante de campo, Joseba Ituarte, entrenador de porteros, y Pol Lorente, preparador físico.
El primer partido de la selección mexicana con su nuevo cuerpo técnico será el 7 de septiembre contra Nueva Zelanda, en el estadio Rose Bowl, de Pasadena, California.
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