Marta, la reina del fútbol sin corona

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La delantera brasileña Marta reacciona después del partido final por la medalla de oro entre Brasil y Estados Unidos.
La delantera brasileña Marta reacciona después del partido final por la medalla de oro entre Brasil y Estados Unidos.

Redacción (AFP). La Reina del fútbol, ​​Marta, se quedó sin corona. Acostumbrada a hitos y luchas, la legendaria atacante brasileña tuvo una despedida agridulce de sus sextos y últimos Juegos Olímpicos: perdió el oro por tercera vez con Estados Unidos (1-0).

La considerada mejor futbolista de la historia, de 38 años, no halló redención en su tercera final olímpica, celebrada este sábado en el Parque de los Príncipes, en París.

Como en Atenas-2004 y Pekín-2008, cuando dio a Brasil sus únicas preseas en el torneo femenino, su Canarinha fue incapaz de arrebatarle la medalla dorada a su némesis olímpica, el Team USA.

En su vuelta al césped, tras perderse los dos últimos cotejos por suspensión (victorias 1-0 ante Francia en cuartos y 4-2 contra España en semifinales), Marta Vieira da Silva arrancó en la banca en el juego definitivo de París-2024.

Reconocimiento a su legado

Entró en el minuto 61, pero mostró poco de su privilegiada visión de campo, de la magia de su zurda y de su otra explosividad. Al final recibió las palmas del templo parisino.

A pesar del resultado, compañeras y adversarias habían celebrado desde antes del pitazo inicial la posibilidad de que se despidiera pugnando por el metal más precioso.

El segundo puesto fue un logro de emociones encontradas en el epílogo de la carrera de la goleadora histórica de la ‘Seleção’ (131 tantos en 202 juegos).

La jugadora del Orlando Pride tampoco pudo superar a su compatriota Cristiane (14) como máxima anotadora -masculina y femenina- de los Juegos, al irse en blanco y contentarse con 13 dianas.

La centrocampista estadounidense Lindsey Horan consuela a la delantera brasileña Marta.
La centrocampista estadounidense Lindsey Horan consuela a la delantera brasileña Marta.

Vida de lucha

En su natal Dois Riachos, en el estado de Alagoas, en el empobrecido noreste brasileño, a la legendaria ’10’ le dijo desde chica que “no era normal” que una niña jugara al fútbol.

Algunos vecinos pedían a su madre, poco presente en casa debido a sus múltiples trabajos para sustentar sola a cuatro niños, que le impidiera practicar ese deporte de “machos”.

Algún entrenador prefirió incluso retirar a sus dirigidos de las competiciones antes de permitir que se enfrenten a una mujer.

“Esquivaba a todos, de un lado a otro, para atrás, para al frente. Parecía que volaba”, recordó al portal Dibradoras la exportadora Meg, su compañera cuando llegó con 14 años al Vasco da Gama de Río de Janeiro.

Una cara global del deporte

Entonces pocos imaginaban que esa jovencita se convertiría en una cara global del deporte más popular, con seis premios a la mejor jugadora, apenas por detrás del argentino Lionel Messi (8) y superando al portugués Cristiano Ronaldo (5).

Los juicios de calle y los uniformes de hombre que se descolgaban por su menudo cuerpo terminaron forjando el espíritu de superación de quien el fallecido Rey, tricampeón mundial con la ‘Seleção’, llamada la “Pelé con faldas”.

“Llora al comienzo para sonreír al final”, dijo Marta tras la eliminación en octavos ante la anfitriona Francia (2-1) en el Mundial de 2019, donde superó al alemán Miroslav Klose como máximo artillero.

En total anotó 17 goles en 23 partidos de seis mundiales (2003, 2007, 2011, 2015, 2019 y 2023).

Había dicho que el pasado, en Australia y Nueva Zelanda, donde las brasileñas cayeron en primera ronda, sería su última participación mundialista.

Pero recientemente abrió las puertas para defender la auriverde por última vez en Brasil-2027.

Botines con mensaje

Su reconocimiento suele estar ligado a su éxito con su selección, pero Marta también ha pisado fuerte a nivel de clubes, ganando inclusive una Liga de Campeones de Europa con el Umea sueco en 2004, meses después de haber disputado su primer Mundial, a los 17 años.

Luego regresó a su tierra, al Santos de Pelé, donde conquistó la primera Copa Libertadores Femenina, en 2009. Después se radicó y triunfó en Estados Unidos.

“Ha cambiado el ‘soccer’ en todo el mundo”, dijo la atacante estadounidense Trinity Rodman.

“Sin ella, probablemente no estaríamos aquí”, añadió la delantera Sophia Smith, otra rival el sábado.

Con la Canarinha ganó tres Copas Américas (2003, 2010, 2018) y sufrió tres dolorosas derrotas: las finales del Mundial de China-2007 ante Alemania y las de Atenas y Pekín, sus dos primeras diligencias olímpicas, tras las cuales no paró hasta París-2024.

En la Copa de Francia-2019 clamó con fuerza por la igualdad de género.

Desde aquel torneo usa botines sin patrocinios de marcas deportivas, para concienciar sobre las diferencias económicas de lo que estas ofrecen a hombres y mujeres.

“Tenemos que seguir luchando”, afirmó entonces la mujer más famosa en llevar un ’10’ a la espalda.

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