SAN PEDRO SULA. El campeón Motagua y el subcampeón Real España, debutarán el fin de semana en el torneo de Apertura sin la presencia de sus respectivos entrenadores.
La Comisión Nacional de Disciplina castigó con dos partidos de suspensión a los entrenadores, Hernán “La Tota” Medina de los azules y Héctor Vargas, del aurinegro.
Ambos adiestradores salieron expulsados en el partido de la gran final del torneo de Clausura 2022, en el estadio Olímpico Metropolitano de San Pedro Sula.
Medina y Vargas fueron extrañados del terreno de juego por riña mutua. También recibió similar sanción el asistente técnico del Ciclón, César Obando.
Los técnicos, de origen argentino, también se perderán el encuentro de la segunda fecha del Apertura 2022.
En la primera jornada, Motagua recibe al Honduras Progreso en el estadio Nacional “Chelato Uclés”, mientras Real España hará lo propio con Lobos de la UPNFM.
Más sancionados
En el caso del equipo Vida de La Ceiba, están suspendidos por tres meses cada uno, el gerente Jairo Martínez y el kinesiólogo, José García.
Además, la junta directiva del Real España tendrá que pagar una multa de 30 mil lempiras y cumplir varios partido sin público, por la invasión de que fue objeto el Olímpico.
A la lista de suspendidos se suman: el portero de la Real Sociedad, Mariano Pineda, a quien se castigó con cuatro partidos de inhabilitación y 30 mil lempiras de multa.
El guardameta de los tocoeños ya cumplió dos juegos en el torneo pasado, por lo que se perderá las dos primeras fechas del Apertura.
De los Lobos de la UPNFM está suspendido por dos jornadas Eduard Reyes; Carlos Argueta del Vida no estará en la jornada inaugural. Similar castigo recibió el españolista Gerson Chávez.
A Rocca le perdonaron dos
El delantero argentino del Real España, Ramiro Rocca, tendrá que ver desde las gradas a su equipo en las primeras cuatro jornada del nuevo torneo.
El sudamericano no recibió la tarjeta roja en el juego final contra Motagua, pero sí fue castigado de oficio por la Comisión Nacional de Disciplina.
A Rocca se le sancionó por el gesto obsceno que realizó al momento de anotar el primer gol contra Motagua.
En primera instancia el organismo disciplinario lo había castigado con seis juegos, pero al presentar el jugador y el equipo una apelación, se le redujo a cuatro.
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