Pogacar gana el Tour y se convierte en un “extraterrestre” con insaciable voracidad de victorias

Redacción (AFP). Con solo 25 años, Tadej Pogacar, ganador este domingo de su tercer Tour de Francia, presenta ya un palmarés a la altura de leyendas del ciclismo, y muestra una irrefrenable ambición de victorias que augura un dominio hegemónico en la próxima década.

“Me dolió quedar segundo”, había confesado el esloveno en referencia a las ediciones de 2022 y 2023 de la ronda francesa, en las que fue superado en la general por el danés Jonas Vingegaard.

El corredor del UAE Emirates se convirtió en esa frustración en el trabajo, y el talento que atesora a raudales unido a una ambición insaciable hicieron el resto.

Pogacar cambió de entrenador y enfocó su preparación en la mejora en la lucha contra el crono y en la adaptación a las etapas de gran altitud y bajo fuerte calor.

“Nunca tan fuerte”

“Nunca estuvo tan fuerte, pero eso no llega así como así. A final de año será el corredor que habrá pasado más tiempo sobre la bicicleta. Trabaja muchísimo”, cuenta su compañero Tim Wellens.

“Después de un entrenamiento, a menudo sube al rodillo para prolongarlo una media hora, en su bicicleta de contrarreloj con una ropa de abrigo para habituarse al calor”, añade el belga.

Los resultados no se han hecho esperar. Giro de Italia y Tour de Francia, con seis victorias de etapa en la ‘Corsa Rosa’ y otras tantas en la ‘Grande Boucle’.

Ningún corredor desde Marco Pantani había conquistado sucesivamente las dos primeras grandes vueltas de la temporada.

Esta es una gesta considerada casi imposible en la medida en que una carrera de tres semanas desgasta sobremanera la fortaleza física.

Más victorias

A ello sumó en 2024 la Strade Bianche, la ‘Volta’ a Cataluña y la Lieja-Bastoña-Lieja.

Con los Juegos Olímpicos a la vuelta de la esquina en París y los Mundiales en ruta en Zúrich en septiembre, Pogacar puede cuajar un año inolvidable.

Apodado ‘el nuevo Caníbal’, en alusión de la leyenda belga Eddy Merckx, en su diccionario no aparece la palabra conformismo.

Con 17 victorias de etapa en total en el Tour, no parece descabellado pensar que en un futuro pueda superar el récord de 35 etapas batido este año por el británico Mark Cavendish.

“¡Mark, allá voy!”, lanzó tras uno de sus seis triunfos parciales en este Tour.

Un paso por delante

Teniendo en cuenta únicamente los triunfos antes de los 26 años, que ‘Pogi’ cumplirá el 21 de septiembre, el esloveno va un paso por delante de Merckx (14 victorias) y Bernard Hinault (13).

Su dominio aplastante en todos los terrenos ha hecho aflorar alguna sospecha velada de dopaje, pero no existe ninguna prueba ni indicio que pueda apuntar en ese sentido.

También hay voces que le reprochan que ni siquiera deje las migas para el resto de corredores.

Esto a diferencia de otros campeones del pasado como Miguel Induráin, que en ocasiones, parecía levantar el pie antes de meta siempre que tuviera asegurado el maillot amarillo para agradecer o premiar el trabajo de su compañero de escapada, evitando de paso ganarse enemigos para el futuro.

“Cinco victorias de etapa son más que suficientes. Con una y el maillot amarillo habría bastado, la verdad. Pero en el ciclismo no se frena”, había afirmado el sábado antes de imponerse en la última contrarreloj este domingo.

“Supongo que estos dos últimos años seguidos sin vencer han encendido cierto fuego dentro de mí”, parecía justificarse.

Este domingo se enfundó el 39º maillot de líder en una gran vuelta este año, fruto de sus 20 días de rosa en el Giro y sus 19 en el Tour.

Un nuevo récord para el astro de Komenda, que supera en esa faceta a Merckx (37 en 1970) y Chris Froome (34 en 2017).