REDACCIÓN.- Después de ser oficializado como el primer árbitro central que estará en una Copa del Mundo por Honduras, Said Martínez brindó sus primeras palabras en una entrevista que sostuvo con Edwin Banegas de la Fenafuth.
El oriundo de Tocoa, comentó con mucha alegría su designación como uno de los 36 árbitros que impartirán justicia en Catar 2022. “Lo que hemos pasado, cuantas lágrimas y sudor hemos derramado por esto que llamamos arbitraje, hoy nos sentimos con muchos sentimientos encontrados porque esto ha sido un proceso de años más estamos contentos porque Dios ha visto todo este proceso y ha tomado a bien pues darnos una oportunidad en la justa mundialista algo que todo mundo esperamos llegar”.
Y añadió. “Y de verdad me siento muy contento, agradecido con Dios, con mi familia; con el arbitraje hondureño; autoridades de Concacaf; con la Federación que ha sido sin duda alguna ese ente que necesitábamos y que ha velado por el arbitraje como nunca otro ente federativo lo ha hecho.”
De igual forma, el “Matemático” contó todo el proceso que tuvo que transcurrir para poder ser elegible por la FIFA en arbitrar la justa mundialista. “Pasamos por partidos de premundiales; menores de Concacaf; pasamos por mundiales de menores de FIFA; pasamos por partidos de eliminatoria; por partidos de Liga de Campeones, por Copas Oro, por partidos donde FIFA directamente nos estaba viendo como la Copa Árabe en Catar; entonces digamos que fuimos evaluados en cada uno de eventos en los cuales no podíamos fallar”, aseveró Saíd.
En su momento pensó en dejar de arbitrar
Por otro lado, Said Martínez reveló que un momento pensó en dejar el arbitraje, ya que no le salían oportunidades en el rubro. El “Matemático” decidió retirarse del arbitraje a la edad de 16 años, pero Óscar Rodríguez, exárbitro le aconsejó irse a Tegucigalpa y afiliarse allí y desde ahí prosiguió con su ascenso tanto en el arbitraje como en sus estudios donde se graduó de licenciado en Matemáticas en la UPNFM.
“Han sido días difíciles, dejé a mi familia, dejé a mi trabajo, mis estudios de la escuela de arbitraje. Y hoy la gente no sabe lo que ha costado, pero yo le diría a eso niño que se puede soñar, que las cosas se pueden lograr con las manos limpias. Le diría a ese niño que no se deje decir nunca que no lo puede lograr, que siempre de la mano de Dios hacer lo correcto y que nadie lo pare de triunfar”. Y cerró diciendo que se ve con “muy fuerte, muy agradecido con Dios y con hambre de éxito”.
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