REDACCIÓN. Eliminado en octavos de final por el Bayern Múnich este miércoles, el París Saint-Germain vuelve a caer en esta ronda por segundo año consecutivo pese a contar con una delantera de superestrellas formada por Lionel Messi, Kylian Mbappé y Neymar.
Mbappé fundamental en la MNM
“Si ligase mi futuro a la Liga de Campeones, y sin faltarle al respeto al club, ¡ya me habría ido muy lejos! Estoy aquí, muy contento y por el momento no pienso en otra cosa que vivir lindos días con el PSG”, declaró el pasado sábado Mbappé después de convertirse en el máximo goleador de la historia del club parisino, tras marcar su gol 201 en la victoria contra el Nantes (4-2).
Unas declaraciones que deberían tranquilizar a los dirigentes y aficionados parisinos, ya que el crack de Bondy (periferia de la capital) parece asegurar su futuro en el club, con el que tiene contrato hasta 2024.
Si al comienzo de la temporada, Mbappé hizo público su malestar y descontento por los fichajes de la entidad y las promesas realizadas por los dirigentes para que firmase su renovación en mayo de 2022, el clima ha evolucionado desde entonces: Mbappé ya no parece condicionar su continuidad a la Champions y su poder y liderazgo en el vestuario no deja de crecer.
El ídolo del Parque de los Príncipes debería, pese a todo, ser de nuevo el foco de muchos rumores ante el interés de los grandes del continente, aunque ya sabe que los dirigentes cataríes del PSG son inflexibles cuando se trata de retener a un jugador, independientemente de la oferta que llegue.
En estas condiciones, es difícil imaginar que el club, que hace de la Champions su gran objetivo anual, pueda desprenderse del campeón del mundo en 2018, considerado la pieza angular del proyecto.
¿Messi otro año junto Mbappé y Ney?
Considerado por muchos como el mejor futbolista de la historia, Messi no ha dado su mejor versión en los dos años que lleva en París y su relación con el club francés no ha alcanzado nunca ha sido la que tuvo el argentino en Barcelona.
A Messi no le gustaron los pitidos en el Parque de los Príncipes, también contra su gran amigo Neymar, tras la eliminación en octavos contra el Real Madrid hace justo un año y pese a que los aficionados parisinos esperaban disfrutar de los últimos golpes de genio del ’10’, el capitán de la Albiceleste parece haber iniciado el lógico declive que corresponde a un jugador que en junio cumplirá 36 años.
Cierto es que esta temporada está siendo mejor que la primera, ya ha marcado más goles (18-11) y dado más asistencias (16-15) y que su familia parece más adaptada a París, lo que habría llevado a los dirigentes parisinos a negociar una renovación del contrato que acaba el próximo junio.
Pero tras haber levantado la Copa del Mundo en diciembre, el anhelado trofeo que faltaba en su palmarés, la tentación es grande para que Messi deje el primer nivel y pueda buscar un retiro dorado en el Inter de Miami de David Beckham o en el riquísimo campeonato saudita, siguiendo los pasos de su eterno rival Cristiano Ronaldo.
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¿Habrá tercera temporada para Neymar?
Fichado en 2017 al Barcelona por 222 millones de euros, que sigue siendo un récord a nivel mundial, Neymar solo ha brillado de manera intermitente en París, donde también ha destacado por sus continuas lesiones y sus caprichos.
La última lesión en el tobillo, que le impidió jugar este miércoles en Múnich y que le obligará a pasar por el quirófano, poniendo fin a su temporada, parece ser la gota que ha colmado el vaso.
Cuando está bien, el brasileño se ha mostrado imparable: fue él quien lideró al equipo a la final de la Champions que el PSG perdió por 1-0 contra el Bayern Múnich en 2020 y en la primera mitad de la presente temporada, hasta el Mundial de Catar, fue el mejor de los parisinos.
Pero desde que llegó a París solo ha jugado el 49% de los partidos de Ligue 1 (112 de 228) y 41 de 55 en Champions, cifras insostenibles para el jugador más caro de la historia.
No ha estado para ayudar al club
Además, las lesiones de ‘Ney’ suelen coincidir con los momentos cruciales de las temporadas. De hecho, ya se perdió las eliminatorias europeas contra Real Madrid, Manchester United o el Barcelona, cuando el PSG ha sido construido por su propietario catarí para ganar la ‘Orejona’.
Tampoco le ayuda sus relaciones cambiantes con Mbappé. Tampoco el hecho de que aún no haya declarado su amor por París, como sí hizo con el Barcelona, ni que haya sido pitado en ocasiones por el propio público del Parque de los Príncipes.
Pero el exjugador del Santos tiene contrato con el PSG hasta 2027. Y aunque quisiera abandonar el club como ya intentó el verano (boreal) pasado, pocos equipos en Europa le pueden garantizar un contrato como el que tiene en Francia (36 millones de euros anuales, según el diario Le Parisien).
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