REDACCIÓN. Una batalla campal fue la que se vivió en un partido de fútbol en Indonesia, cuyo saldo fueron 125 muertos y tras el lamentable suceso, las autoridades de ese país ya realizan investigaciones.
Y es que el pasado sábado, más de 40 mil personas presenciaron el duelo en el estadio de Kanjuruhan y fueron testigos de un hecho sin precedentes en el país asiático.
Según la Policía, fueron cerca de 3 mil espectadores los que saltaron al campo de juego después de la derrota del Arema FC 2-3 en el clásico ante Persebaya.
Por lo que, de inmediato, los agentes de seguridad respondieron con gases lacrimógenos, tratando de contener a la multitud molesta por el resultado de su equipo.
En ese sentido, a 48 horas del lamentable suceso, la Policía Nacional de Indonesia indicó que inició una investigación hacia 18 oficiales. Y es que estos utilizaron, como recurso, el lanzamiento de botes de gas lacrimógeno durante los disturbios registrados en el campo de juego.
Policías a cargo del partido
Estos efectivos estaban “de servicio” y eran los responsables de “operar con las escopetas” para disparar el gas, apuntó en rueda de prensa el portavoz de Policía, Dedi Prasetyo, conforme a las primeras investigaciones internas del incidente.
Además, el oficial indicó que están analizando más de treinta de cámaras de seguridad cerca del estadio. Esto, para identificar a los sospechosos de “destruir propiedades dentro o fuera” del recinto deportivo.
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Tragedia en Indonesia
#Internacional Indonesia suspende liga de futbol tras tragedia en estadio de Malaing; así mismo un jefe policial y nueve agentes de una fuerza de élite de Indonesia fueron destituidos pic.twitter.com/TSGxjddNUX
— Veritas Noticias MX (@veritas_mx) October 3, 2022
Miles de aficionados del club Arema invadieron la cancha después de que su equipo fuera derrotado como local por 3 a 2 ante el Persebaya Surabaya, en Kanjuruhan, el escenario de la ciudad de Malang, en la provincia de Java Oriental.
Los agentes de seguridad respondieron lanzando gas lacrimógeno sobre el césped y en las atestadas gradas. Esto provocó una estampida de los aficionados hacia las salidas.
La mayoría de los fallecidos (125) sucumbió por razones de asfixia, traumas o pisoteados, según indicaron fuentes hospitalarias. A estos se le sumaron entre 200 y 300 heridos.
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