LONDRES. – Luego de 55 años de espera, Inglaterra volverá a disputar la gran final de un torneo de fútbol. La selección inglesa se clasificó por primera vez en su historia para la final de una Eurocopa después de vencer 2-1 en la prórroga a Dinamarca en Wembley.
Un golazo de Mikkel Damsgaard al minuto 30 puso nerviosos a los casi 60 mil ingleses presentes, pero un autogol del defensa Simon Kjaer y un gol de Harry Kane en la prórroga, le dieron a la ‘Selección de la Rosa’ el pase a la final.
Los dirigidos por Gareth Southgate intentarán hacer historia este domingo cuando enfrenten a Italia en la gran final.
Wembley, el talismán
Los ‘Tres Leones’ jugaron por cuarta vez en el torneo en el estadio de Wembley, el templo de Londres y la casa de la selección inglesa.
Aunque eran dueños de la posesión de la pelota, los ingleses no podían generar ocasiones claras. La defensa de Dinamarca, liderada por Kjaer, se mostró sólida y evitaba cada intento de su rival.
Luego de los primeros minutos de agobio, Dinamarca se animó y tomó mayor protagonismo. Poco a poco los daneses se adelantaban más y su valentía tendría premio.
Dinamarca abrió el marcador con un espectacular lanzamiento de falta de Mikkel Damsgaard al minuto 30. Derechazo por encima de la barrera que Pickford, quien mantuvo su portería en cero en los anteriores cuatro partidos, no pudo detener.
Inglaterra no quería irse abajo al medio tiempo y reaccionó rápido para empatar. Luego de una buena jugada por derecha, el capitán danés Simon Kjaer ingresó el balón en su portería al intentar evitar que rematara Sterling. 1-1 luego de 45 minutos.
En la segunda mitad los de Southgate regresaron a su mejor versión. La selección danesa empezaba a resentir el esfuerzo hecho en la primera mitad y empezó a quedarse.
El show de Schmeichel
Kasper Schmeichel fue la gran figura al detener un par de cabezazos de Maguire y un mano a mano ante Sterling.
El físico de Inglaterra encogió a una Dinamarca que resistió hasta la prórroga. En el tiempo extra, Wembley se le hizo eterno a los daneses.
Todo cambió por un riguroso penalti pitado al 103′. Sterling cayó entre Maehle y Jensen y el árbitro Makkelie, sin asistencia del VAR, señaló lanzamiento desde los 11 metros.
Harry Kane falló, pero el rechace quedó a su favor y con un toque hizo que Wembley explotara y cantara el ‘Football’s coming home’ porque están a un partido de ganar la Eurocopa.
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