Redacción. En horas del mediodía de este domingo, el ex jugador Roger Rojas aterrizó en el aeropuerto internacional de Palmerola, donde aseguró que se regresa definitivamente a Honduras.
Por muchos años, el RO-RO, esposa e hijos residieron en Costa Rica, pero hoy tomaron la decisión de volver al país que los vio nacer.
El ex delantero de Olimpia, Liga Deportiva Alajuelense, Selección Nacional, entre otros, dialogó con la prensa deportiva que se encontraba en la terminal aérea del Valle Central.
“Estoy muy contento de estar nuevamente en Honduras, con mucha alegría porque estoy bien y a disfrutar de la segunda oportunidad que Dios me ha dado junto a mi familia y amigos”, comenzó diciendo Roger.
Su historia de vida
Es de recordar que Rojas tuvo que poner un alto en el fútbol a raíz de una enfermedad que, como él muy bien lo dice, la superó gracias a Dios, al amor de su hermano Luis y de toda su familia.
El “RO-RO” había firmado hace tres torneos con el equipo Puntarenas FC, pero a raíz de la enfermedad tuvo que renunciar al fútbol y comenzar un proceso para su recuperación.
“Estoy feliz, no hay nada mejor como estar en su tierra, en su patria, espero disfrutar esta nueva oportunidad que Dios nos da”, dijo.
Mencionó que después del proceso que vivió con su familia, anhelaba un abrazo de su madre, padre, amigos y de todos los que le han mostrado muestras de cariño.
Momentos complicados
Roger Rojas cuenta que ha vivido momentos complicados, pero el más difícil fue el haber estado en un hospital.
“Estar postrado en una cama, entrar a un quirófano, pues uno está entre la vida y la muerte. Uno no sabe si va a sobrevivir, pero aquí estoy gracias a Dios”, destacó.
Roger expresó que del difícil momento que enfrentó con su enfermedad pudo aprender que la salud es un tesoro, es lo más importante, lo material, el dinero no vale, sino que la salud.
“No vale tener cosas materiales, sin salud. Con salud podemos disfrutar la vida, trabajar y hacer lo que uno quiere”, indicó.
Una nueva persona
Rojas confiesa que la vida le ha cambiado, pues cuando se ve que las cosas están perdidas, ahí está la fe en Dios. “He pasado por pruebas complicadas, pero aquí estoy para contarlas”, aseguró.
El atacante “catracho” no cree que pueda volver al fútbol, pues detalla que tiene que esperar un año para practicarlo, ya tiene 34 años y es difícil que un club lo pueda contratar.
Es por eso que Roger prefiere dejárselo al día a día. “Voy a ver cómo nos vamos sintiendo, aunque amo mucho el fútbol, pero me amo más yo”.
También contó que en Honduras continuará su proceso de recuperación, pues se enteró que en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), atienden a personas con trasplante de riñón.
Siempre ligado al fútbol
Roger Rojas mencionó que desea continuar ligado al fútbol, ya sea como director deportivo o como técnico, pues cuenta con la licencia B y ahora buscará la A.
“En este proceso me he preparado, estudiando. Aprendí que prepararse era necesario para tener la mente ocupada y darse cuenta que en la adversidad se puede salir adelante y estudiar”, señaló.
El “RO-RO” nunca olvidará los buenos momentos y no tan buenos que vivió en el fútbol, pero como él muy bien los dice: “Pasé por una operación muy delicada, pero aquí estoy gracias a Dios”.
La mejor decisión
Por su parte, su hermano Luis, quien fue el donador del riñón para que Roger se salvara, resalta que hoy mira a Rojas mejor que antes.
Luis considera que haber colaborado con su hermano fue la mejor decisión que ha tomado en su vida, pues lo llena de alegría ver al “RO-RO” disfrutar con sus hijos y toda la familia.
Reconoce que para la familia y particularmente para sus padres fue difícil ver a sus dos hijos en un quirófano.
“Fue una decisión difícil, pero verlo feliz (a Roger), eso me llena y me hace saber que algo hice bien”, finalizó Luis.
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