REDACCIÓN.- La gimnasta estadounidense Simeone Biles se ha convertido en uno de los temas más importantes de los Juegos Olímpicos este día, luego de anunciar que se retiró de una de las competencias debido a una depresión afecta su “salud mental”.
Debido al retiro de Biles, Estados Unidos perdió la final de equipos ante Rusia, que compite con bandera neutral por la suspensión del Comité Olímpico Internacional tras escándalos de dopaje, generando la duda en cuanto a la verdadera salud mental de los deportistas de élite.
“Desde que entro al tapiz, estoy yo sola con mi cabeza, tratando con demonios en mi cabeza. Debo hacer lo que es bueno para mí y concentrarme en mi salud mental y no comprometer mi salud y mi bienestar”, explicó Biles sobre retirada.
“No tengo tanta confianza en mí como antes, no sé si es una cuestión de edad. Estoy un poco más nerviosa cuando estoy haciendo mi deporte. Tengo la impresión de que ya no puedo disfrutar como antes”, añadió la cuatro veces campeona olímpica olímpica en Rio-2016.
El retiro de Simeone Biles hace recordar directamente a los grandes atletas en la historia que han abandonado competencias por salud mental o porqué han sufrido varios casos de depresión dentro y fuera de las competencias.
La depresión en los grandes atletas
Este año, el 31 de mayo, la tenista Naomi Osaka se retiró del Roland Garros, uno de los cuatro torneos de tenis más importantes del año, por las “prolongadas batallas contra la depresión”, en las que se encontraba.
El nadador y deportista con más medallas historia, Michael Phelps, se vio aquejado por la misma enfermedad. “Soy alguien que ha pasado por al menos tres o cuatro periodos de depresión fuerte después de los Juegos Olímpicos, y llegué a poner mi vida en peligro”.
“He tenido algunos altibajos aterradores. Esta enfermedad nunca desaparece. Te da días buenos y otros malos. No alcanza una meta final. Lo he explicado muchas veces. La historia ha sido siempre la misma: han contado que Michael Phelps ha tenido depresión, la ha superado tras someterse a tratamiento, ha recogido un abanico de oros olímpicos en Río y ahora todo será perfecto. Ojalá fuera cierto. No lo es. Creerse eso es caer en la ignorancia. Alguien que no entiende a qué se enfrenta una persona que sufre ansiedad o depresión no tiene ni idea”, aseguró Phelps.
Kevin Love, basquetbolista de la NBA, también sufrió varios problemas de su salud mental. “Cuando estaba allí tumbado en el vestuario durante mi ataque de ansiedad, fue probablemente el momento en que más miedo he sentido en mi vida. Estaba sin aliento y mi corazón se salía de mi pecho, realmente pensé que la muerte era una posibilidad”, explicó.
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Brandon Marshall, exjugador estrella de la NFL, diagnosticado con trastorno límite de la personalidad. Actualmente se dedica a ayudar a las personas a lidiar con este problema.
Esto nos demuestra que la depresión es una grave enfermedad que merece toda la atención médica posible, sin importar si trata de un atleta de talla mundial o una persona común.
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