Redacción (AFP). Etiquetado como “Mr. Irrelevante” al entrar en la NFL dos años atrás, el joven ‘quarterback’ Brock Purdy ha ido rompiendo prejuicios hasta situar a los emblemáticos San Francisco 49ers a un paso de su primer título en tres décadas.
Purdy, que comandará a San Francisco en el Super Bowl del domingo ante Kansas City Chiefs, era un semidesconocido mariscal de campo universitario cuando los 49ers lo seleccionaron en el último lugar del Draft de 2022 en el puesto 262.
En ese momento, los 49ers ya contaban con quien debía ser su mariscal de campo del futuro, Trey Lance, por quien hicieron una gran inversión para elegirlo un año antes en el tercer lugar del Draft.
Purdy, de 24 años, comenzó su carrera por detrás de Lance y del veterano Jimmy Garoppolo, pero el entrenador de los 49ers, Kyle Shanahan, no tardó en darse cuenta de que era la mejor opción para guiar al equipo en el campo.
Compromiso
Sus primeras oportunidades llegaron en su temporada de novato, cuando fue titular por las lesiones de Lance y Garoppolo y comandó a los 49ers hasta la final de la Conferencia Nacional, en la que cayeron ante los Philadelphia Eagles.
Purdy se lesionó al principio de ese juego, pero ya había hecho lo suficiente para convencer a Shanahan.
Esta campaña, tras aupar a San Francisco al primer lugar de la temporada regular, ha exhibido un aplomo y precisión bajo presión que fueron fundamentales en las angustiosas victorias en playoffs contra Green Bay y Detroit.
“Un don Innato”
Mientras otros mariscales de campo de la liga tienen brazos más fuertes o habilidades más llamativas, la tarjeta de presentación de Purdy es una combinación de eficiencia y astucia.
“Brock entiende su papel: está tranquilo en el ‘pocket’. Tiene una gran presencia y no intenta noquearte con el balón”, fue la elogiosa valoración de la leyenda de los 49ers Joe Montana.
Otro gigante de la historia de San Francisco, Steve Young, apunta que las franquicias de la NFL que descartaron a Purdy en el Draft ignoraron una cualidad clave para un mariscal de campo.
“Ser ‘quarterback’ es realmente astucia y un don innato del cielo, ser capaz de que tu ritmo cardíaco baje cuando todos los demás están en ansiedad y presión”, explicó Young. “El Draft no entiende eso”.
Declaraciones
El modesto Purdy, devotamente religioso, se encoge de hombros ante quienes aún hoy siguen siendo escépticos sobre su capacidad.
“No he sido el más grande, el más rápido ni el más fuerte, pero he encontrado la manera de ganar”, declaró el jugador esta semana en un encuentro con medios.
“Eso es usar mi mente, anticiparme a las cosas y ganar partidos de esa manera, en lugar de vapulear a alguien, o correr más que alguien, o lanzar el balón 70 yardas”, señaló. “No hago jugadas locas y llamativas como otros jugadores de la liga. Pero, al fin y al cabo, el objetivo final es ganar, y creo que puedo hacerlo bien”.
La travesía que Purdy vivirá el domingo su mayor desafío en el Super Bowl de Las Vegas (Nevada), donde le espera Patrick Mahomes (Chiefs), el mejor jugador en su posición desde Tom Brady.
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